Hay cosas que no entiendo.
El otro día sintieron lástima por mí y me preguntaron en el patio de mis hijos que por qué prefería trabajar por cuenta propia.
En tono paternalista, con un claro poso de compasión.
Como si vistiera con sudadera y camiseta porque no tengo dinero para nada más.
Son conversaciones curiosas.
Primero, porque por mucho que intentes desviar el tema, más se empeñaban en caminar hacia él.
Casi como si tuvieran la necesidad esencial de decir en alto esas palabras.
Casi como si se estuvieran convenciendo a sí mismos.
Segundo, porque suele llegar después de otra conversación en la que ellos se quejan de sus vidas, sus horarios y de sus trabajos.
Tercero, porque ese colegio cuesta casi dos sueldos normales cada mes.
El caso es que hace más o menos un mes me encontré con el discurso que dio un antiguo CEO de CocaCola cuando lo despidieron.
Y ese discurso te da la respuesta a esa pregunta de por qué prefiero trabajar para mí.
Este señor, Bryan Dyson, trabajó casi 30 años en temas relacionados con CocaCola y los últimos 6 lo hizo al frente de la compañía.
Y en su discurso, que fue realmente cortito, habló de 5 pelotas que explican por qué nunca volveré a trabajar para otros.
Decía así:
Imagina la vida como un juego de malabares con cinco pelotas en el aire:
- Tu Trabajo
- Tu Familia
- Tu Salud
- Tus Amigos
- Tu Vida Espiritual
Y tú las mantienes todas en el aire.
Pronto te darás cuenta que el Trabajo es como una pelota de goma.
Si la dejas caer, rebotará y regresará.
Pero las otras cuatro pelotas: Familia, Salud, Amigos y Espíritu son pelotas de cristal.
Si dejas caer cualquiera de ellas, se rasparán, marcarán, tendrán rasguños, se dañarán o incluso se destruirán de manera irreversible.
Nunca volverán a ser las mismas.
Nunca volverá a ser lo mismo.
Debes entender esto: apreciar y esforzarte por conseguir y cuidar lo más valioso. Trabaja eficientemente en el horario regular de oficina y deja el trabajo a tiempo. Dale el tiempo que se merece a tu familia y a tus amigos.
Haz ejercicio, come y descansa adecuadamente. Y sobre todo…crece en vida interior, en lo espiritual, que es lo más trascendental, porque es eterno.
¿Sabes por qué trabajo por mi cuenta y mando un email cada día?
Porque ya dejé caer todas las pelotas por culpa del balón de futbol del trabajo.
Algunas se rompieron para siempre y otras crearon secuelas derivadas que han durado casi una década.
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Porque la única pelota capaz de crecer tanto y desplazar a las demás es la del trabajo.
Pero también es una pelota que puedes adelgazar.
Si sabes cómo.
Por eso quiero que mis hijos tengan muy claro el valor que tenemos todos como individuos y que somos nosotros los que tenemos que decidir cómo vivir nuestra vida.
Por eso les estoy escribiendo un libro que les acompañará cuando crezcan, para darles las herramientas para ser aquellas personas que quieran ser.
Porque no quiero que vivan 5 años de su vida en la miseria más absoluta por no saber decir que no.
Porque sé que hay una forma de ganarse la vida muy bien controlando las 5 pelotas de Bryan Dyson o los 6 trozos de tarta que me contó a mí Enrique García.
Y esa forma es a través de una marca personal fuerte y, sí, una newsletter como esta.
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