Hay cosas que me siguen sorprendiendo a a mi edad.
No solo a mi edad, sino después de tantos y tantos años dedicándome a crear contenido en internet, hay cifras que todavía se me escapan.
El otro día me salió este cartelito en uno de mis canales de YouTube:
Un millón de visualizaciones.
1 000 000
10^6
Así que, en un alarde de «vamos a normalizar esta cifra tan abrumadora», decidí coger ese excel de estadísticas globales que tengo para mis páginas web principales y…
Resulta que, a lo largo de los años, más de 6 millones de personas han leído mi contenido.
Eso son más personas de las que viven en Nueva Zelanda, Finlandia, Dinamarca, Paraguay, Nicaragua…
No sé si consigo transmitirte la dimensión de todo esto, pero déjame que lo enfoque de otra forma.
A un tipo random que dejó su trabajo y se puso a contar chorradas por internet lo han leído más personas de las que viven en Irlanda.
¿En serio te planteas si tus ideas son buenas o malas?
¿Si tu web es suficientemente potente?
¿Si tu mensaje encajará?
¿Si…?
El único «si» que tiene sentido es que, si hubiera empezado a escribir antes y me hubiera cortado menos con el perfeccionismo, en lugar de seis millones hoy me habrían leído sesenta.
Y cuando te leen sesenta millones de personas, da igual lo que digas y da igual lo que vendas, porque ganar, lo que se dice ganar dinero, es imposible que no ganes.
Así que levanta el culo, coge la primera idea que tengas a mano y ponte a contarle al mundo por qué quieres montarla, qué valor aporta y cómo lo vas a hacer.
Ya me darás las gracias después.
Si no sabes cómo hacerlo, cómo conseguir que alguien te lea o cómo plasmar tus ideas en una estrategia que termine llegando a tanta gente, echa un ojo a esto:
Cómo hacer webs que convierten, vendas lo que vendas, cuentes lo que cuentes
Ahora sí: de nada.
Si quieres dejar tu comentario, apúntate:
El newsletter que leen empresarios, abogadas, amos de casa, ingenieros y fruteros por igual
Cada día un email para inspirarte, ¿a qué? A vivir mejor, ser mejor, ganar mejor