Llueve.
Y no lo digo por decir, lo digo porque llueve MUCHO.
Y gracias a que llueve mucho, he encontrado la clave que hay que meter en el ascensor de la vida para que no te envíe al infierno.
Ríete si quieres, pero si tienes dos dedos de frente de este email sales cobrando como copywriter.
Y sabiendo hacer mejor SEO que muchos consultores.
Hace ya varios días,s emanas quizá, que donde vivo cae una manta constante de agua.
Eso hace que el ser humano se refugie en sus búnkeres de calorcito, sofá y Netflix, o que cojan medios de transporte que los protejan de las inclemencias del tiempo.
O que lloren sin cesar pensando en el verano.
Soy de Pamplona.
Crecí lejos de la ciudad y no tuve un transporte digno y con techo hasta bien entrada la universidad.
Así que estoy acostumbrado a caminar bajo la lluvia.
Y a llegar a casa con los calzoncillos empapados.
Antes me guiaban las hormonas, la necesidad de navegar con gente que me escuchase y me comprendiera.
Y las prisas.
Con 17 años y la motivación adecuada tardas menos andando corriendo que en autobús.
Y hay un detalle más.
Cuando vives en el norte, estás preparado para vivir en el norte.
Botas impermeables, abrigo de nieve, pantalones preparados para el agua, accesorios varios para el frío y la lluvia…
Y qué coño, me gusta caminar bajo la lluvia.
El caso es que ayer, mientras caminaba debajo de esa manta de agua constante vi algo que me hizo detenerme y apuntar el título de este email.
Porque ante mí, en forma de rótulo, una furgoneta tenía la mejor demostración de que hacer las cosas complicadas es contranatural.
El rótulo, debajo del nombre de la empresa, decía así:
Soluciones de elevación en edificios
Soluciones de elevación en edificios…
¿Banquetas?
¿Escaleras?
¿Tíos fuertes que te levantan?
¿O es una nueva forma de viagra que solo funciona dentro de un edificio?
¡No!
¡Hablamos de ascensores!
Pero no podían decir algo sencillo, algo que sugiera un «ascensor».
Tienen que hablar de soluciones de elevación en edificios.
Ni siquiera transporte vertical en edificios.
«Soluciones de elevación».
Escucha.
Si quieres que alguien compre lo que sea que hagas, tienes que cumplir una norma muy sencilla.
Dos si tenemos en cuenta que lo que ofrezcas tiene que ser bueno.
Pero si estás aquí, eso lo damos por supuesto.
La clave está en que cualquiera que lea tu forma de describir tu trabajo lo tiene que entender cualquiera.
Y cuando digo cualquiera, digo un niño de cinco años.
Mis hijos han dicho de todo con lo de las soluciones de elevación.
Lo que más se repite es «ni idea».
Pero antes que «ascensores» han dicho:
- Andamios
- Grúas
- Escaleras
- LEGO…
- Obreros…
Que son ascensores se lo he tenido que decir yo.
Si desde el minuto uno aclaras lo que ofreces, tus usuarios tendrán mucho más fácil pasar de la primera barrera y avanzar hasta ser clientes.
Si no perciben el valor que les aporta, se irán.
Si dudan o no entienden lo que haces, se irán.
Y eso no solo aplica a la portada.
Aplica a todo lo que lean.
Incluidos los artículos.
Por ejemplo, no te voy a contar una milonga elaborada y difícil de entender.
Tengo una newsletter y envío un email cada día del año.
Llueva, truene o haga sol.
Y quiero que te apuntes, porque te va a encantar:
Y a mí también me encantará que lo hagas.
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