Ayer hablaba con un alumno que me decía lo siguiente.
Brutal ese bonus de copy, esos tres enfoques lo cambian todo. No he terminado todavía el curso (me acaba de llegar) y ya tengo la cabeza hirviendo con ideas para cada página.
¿Tiene sentido que escriba primero los textos y luego me ponga con el resto?
Escucha, que se viene un mensaje con consejos de estos importantes para la vida.
No para la de este tipo, ni para su vida profesional o la tuya.
No, para toda tu vida.
Fíjate lo importantes que van a ser.
Sobre todo el cuarto.
Lo primero es que si eres alumno, los envíos están saliendo poco a poco para los tipos que se hicieron con el curso antes siquiera de saber qué era este curso.
Para aquellos que confiaban tanto en el producto final, que ya habían hecho algún curso anterior, y que se lanzaron a la piscina solo con un título.
El tuyo también llegará, pero la fecha oficial de envío del curso es la primera semana de noviembre.
Y también llegarán más bonus como este de copywriting del que estamos hablando ahora.
Lo segundo es que no se puede hacer un curso en desorden.
Te lo digo a ti, se lo digo a Juan (el tipo que me escribió eso de arriba) y se lo digo a cualquiera que pretenda hacer una formación, un máster, un curso, un…
La persona que diseña tu formación lo hace así por un motivo.
El orden de los factores sí altera el producto.
«Es que yo ya sé de esto y voy a saltar hasta donde creo que…».
No, mira, eso es una excusa que te cuentas tú para que, cuando leas eso que buscas y no lo entiendas y no le veas el potencial o no lo apliques, le eches la culpa al material que has recibido.
Que el Módulo IV te hable de tipos de usuario y sus intenciones, no quiere decir que no encuentres consejos para tu portada (Módulo VIII) o consejos para la estructura (Módulo V).
No hablemos ya de los Módulos I y II, que son la pura esencia del curso.
Lo tercero es que, por muchas ansias que tengas, si algo se llama «bonus extra», no se debee consumir primero.
Es un extra, algo que podrías no tener y seguirías aprendiendo por lo que pagas.
Se debe consumir después.
Te lo digo ahora, te lo dirá la plataforma cuando entres, te lo dice el libro cuando lo abres y te lo diré todas las veces que haga falta.
Primero aprendes a cocinar la tarta y luego le pones las guindas.
Me gustaría verte colocar las guindas en una estructura de aire, a la espera de que la tarta que salga del horno tenga exactamente el tamaño del hueco que has dejado.
En fin, basta de metáforas.
El último consejo que voy a darte es el más importante.
Déjate de tonterías que lo único que hacen es boicotearte a ti mismo.
Me da igual que hablemos de una web, de una empresa, de un producto o de tu boda.
Haz primero lo más importante, lo que te va a dar el beneficio real, y luego ya le añadirás esas pinceladas que lo dejarán perfecto.
De nada sirve contratar un catering, reservar el mejor local e invitar a toda tu familia, si tu novia no te ha dicho que quiere casarse contigo.
O peor aún, si ni siquiera tienes novia.
Escucha, y escúchame bien.
No te digo esto de forma vacía.
Estoy montando una empresa ahora mismo y sé lo fácil que es distraerse con lo que parece urgente, interesante o útil y dejar de lado lo único que es importante.
Cuando diseñas una página web BIEN, cuando diseñas un negocio BIEN, primero necesitas la estrategia, luego la estructura, luego la página en sí.
Y después, solo después, empezarás a añadir capas de copywriting, SEO y todo lo que te dé la gana.
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