Va a matar a alguien y no le importa.
La mujer que está detrás del volante de un coche que más parece un tanque entra en la rotonda, abarrotada de coches, como solo lo saben hacer algunas personas.
¿Sin mirar?
No, mirando, pero al lado contrario al que debería estar mirando.
Porque, ¿sabes eso que les pasa a los niños pequeños cuando les tapan los ojos? Sí, ya sabes, que si no lo ven, no existe, haciendo que crean que pueden esconderse de ti con tan solo taparse los ojos.
Pues hay una subraza de la humanidad que da igual que tengan 30, 40 ó 50 años, que siguen creyendo que si no ven al coche al que le están haciendo una pirula, no existe.
O quizá creen que, si no miran, no será su culpa.
(Quizá, por eso, este tipo de personas sean las que más se enfada, más te grita y más te amenaza cuando, al final, resulta que el coche contrario no desaparece y se lo comen enterito).
No, no, no, ya lo tengo: no es que cierren los ojos y los coches desaparezcan, es que saben que su hada madrina bajará a protegerlos y evitará cualquier mal.
Como Indiana Jones cuando, en la película de La Última Cruzada, tiene que dar un salto de fe para encontrar el camino.
O, parafraseando la traducción al español: Sólo el que salte de la cabeza del león probará su valía.
Lo malo, querido amigo, no es que haya gente que conduzca ciega a lo que le pase a los de alrededor.
Lo malo es que hay gente que pasa su vida completa sin mirar a la cara de lo que están haciendo.
Que se dejan llevar por la corriente y no toman nunca las riendas de lo que hacen.
Dicen que sí a todo, trabajan 8, 10, 12 y las horas que hagan falta, porque es más cómodo hacer lo que te dicen que tienes que hacer, que decidir tú mismo qué es lo que quieres hacer.
Y luego se enfadarán por la cosa más peregrina o con la persona que les haga mirar todo lo que están dejando pasar.
Así que te invito a mirar a tu alrededor y a tu interior y a responderte con auténtica sinceridad a la pregunta más importante que debes hacerte.
¿Estás donde quieres estar?
Y no me refiero a que estés en una ubicación concreta.
Si no lo estás, ponte a pensar en dónde quieres llegar y cómo puedes hacerlo.
No esperes a que tu Hada Madrina mire hacia otro lado el siguiente coche te lleve por delante.
Recomponer una vida que ha estallado en trocitos es más difícil que arreglar una vida de mierda.
¿Que cómo lo hice yo?
Haciendo exactamente esto:
Cómo ganar un sueldo extra escribiendo por internet
Cogí lo que me gustaba, mis pasiones y aficiones, y las convertí en una fuente de ingresos.
Y es justo lo que saldrás dominando de ese curso.
Desde cero y hasta donde tú quieras.
Cómo ganar un sueldo extra escribiendo por internet
Si quieres dejar tu comentario, apúntate:
El newsletter que leen empresarios, abogadas, amos de casa, ingenieros y fruteros por igual
Cada día un email para inspirarte, ¿a qué? A vivir mejor, ser mejor, ganar mejor