Escuchaba ayer a un chaval que, en poco más de dos meses, ha conseguido captar la atención de 8000 seguidores en Twitter.
Una historia increíble, que choca frontalmente con el plagiador cazado del que te hablaba hace unos días.
Ya sabes, el tipo aquel que viraliza posts copiados íntegramente de otras personas, atribuyéndose la autoría y ganando una masa de seguidores tan vacía como los likes que le dejan en las nuevas publicaciones.
La razón de que este chaval sea distinto es sutil, pero importante.
Bueno, no, sutil no es: este tío consigue un porcentaje increíblemente superior de likes y de retuits, y mantiene un crecimiento más que constante gracias al trabajo ¿duro?
El inicio de su técnica es igual que la del plagiador.
Utiliza una herramienta increíble y potente para encontrar los hilos de twitter que mejor funcionan en su sector.
O en otros parecidos, da igual.
Busca cómo empiezan para captar atención, qué estructura utilizan para mantenerla, cómo los redactan…
Y otras muchas cosas para ENTENDER la esencia del hilo.
Atiende, que aquí viene la diferencia que separa a los ladrones de los tíos originales.
Luego piensa en su mensaje, en su área de experiencia y en su visión sobre el tema y reescribe el hilo entero según lo que quiere transmitir.
A veces el tema es parecido, otras no tiene nada que ver.
Pero siempre, siempre, siempre, el hilo que publica en su Twitter es original. No hay otro igual en internet. Porque, como mínimo, aporta su visión particular sobre el tema, no la visión de otra persona.
8000 seguidores orgánicos en dos meses, partiendo de una cuenta en la que le seguían sus padres y sus tíos, ni siquiera sus amigos.
Escribir en una página web de forma regular es parecido.
Hacer SEO para posicionar una palabra clave es muy parecido.
Nos inspiramos y aportamos una visión personal sobre el tema.
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