Además de carne y alcohol, la barbacoa del otro día tuvo algunas conversaciones muy interesantes.
En concreto hubo una que a ti te interesa.
Juan, padre de uno de los compañeros de mi hija, dejó su trabajo en 2020 para dedicarse a algo muy parecido a lo que hago yo.
Mira, Juan siempre ha tenido claro que quiere ser rico, pero rico de verdad. No de esos que ganan cientos de miles de euros al año y viven pegados a su trabajo 24x7x365.
Ni de esos que no tienen ataduras de ningún tipo y pueden viajar por el mundo, pero lo hacen con una mano delante y una detrás.
¿Y eso cómo es?
Escucha.
Juan me dijo que eso de «trabajo» es algo que haces por obligación. Que eso de que el trabajo dignifica, te llena o te gusta es una mamarrachada.
Trabajas porque tienes que hacerlo y te engañas a ti mismo diciéndote cosas bonitas sobre tu carrera laboral o tu adicción a ese mismo trabajo para creer que te gusta.
Partiendo de esa base, su definición de una persona rica es aquella que puede desaparecer 15 años del mapa y seguirá ganando dinero como si estuviera ahí delante.
En los mandamientos de la riqueza de Juan, no se exigen sueldos abultados.
Si tú con 2.000€ al mes cubres tus gastos y tienes lo que necesitas para vivir como quieres, entonces tu riqueza es tener 2.000€ al mes durante todos los meses de tu vida independientemente de lo que hagas.
Visto desde su punto de vista, que es la inversión inmobiliaria, la filosofía es la siguiente: si quiero 5.000€ al mes, necesito 10 pisos que me den 500€ cada mes.
Ni más, ni menos.
Así que, cuando me preguntó si yo era rico según esos criterios, le dije que parcialmente sí.
¿Puedo desaparecer de mi trabajo durante semanas/meses y sigo ganando dinero?
Sí.
¿Ese dinero me daría para vivir?
En mis condiciones de gasto actuales no, pero si tuviera la necesidad imperiosa de adaptar mi vida a ese ingreso podría reducir costes (gastos en colegio principalmente) y me acercaría bastante a esa «riqueza».
Lo que pasa es que, y voy a ser 100% sincero contigo, yo quiero una cantidad obscena de dinero entrando en mi cuenta cada mes.
O, bueno, por ahora lo que quiero es que la cantidad que recibo ahora (que, en realidad, ya es bastante obscena) llegue según los parámetros de riqueza de Juan.
Y cuando alcance esa cifra, quiero duplicarla.
¿Duplicarla?
Sí, duplicarla.
O acercarme lo más posible.
Porque cuando tienes una web que te da 100, 200, 500 o más cada mes, puedes encontrar la forma de crear más y más páginas que den ese dinero.
Y la mejor forma de empezar a acumular esos activos que dan ese dinero es creando la primera de esas web.
¿Cómo?
Eso es lo que te cuento todos los días en mi newsletter:
Cómo ser rico de verdad, no de boquilla
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