Lo gratis es una mierda y te lo voy a demostrar.
—David, pero este email es gratis, ¿qué dices?
Anota la pregunta en tu mente, que te la contesto luego.
Puede que te sorprenda, puede que no.
¿Sabes esas aplicaciones y programas gratuitos que son una maravilla?
Sí, sí, esas cosas que utilizas todos los días y por las que no pagas nada.
La cuenta de correo desde la que estás leyendo esto.
El navegador web en el que abres esa cuenta de correo.
O el buscador que utilizaste para encontrar mi web.
O la aplicación móvil.
O ese videojuego tan chorra en el que cortas frutas con el dedo.
O esa app a la que le subes una foto tuya y te la devuelve caricaturizada como un perro.
Siento ser yo el que te lo diga, pero si utilizas un servicio sin pagar nada… Es que el producto eres tú.
Nadie da duros a cuatro pesetas.
Ni euros a céntimo, para los menos viejunos o los de fuera de España.
Escucha.
Hace poco me escribió una compañera tuya.
En breve te enseñaré todo lo que dijo, que fueron cosas muy bonitas.
Y una crítica brutal y muy acertada.
Hoy solo voy a centrarme en una frase que copio tal cuál de su email:
Entonces, porque aún te sigo a ti [a este newsletter]?
[…aquí dice algunas de esas cosas tan bonitas que ya te enseñaré…]
porque me gusta leerlos aún sabiendo que quieres vender algo al final.
Lo dice como quien te dice que eres muy simpático, pero que solo quiere ser tu amigo.
O que serás el mejor novio del mundo, pero no el suyo.
Y que te venda alguno en cada correo no es negativo.
Te debería dar una tranquilidad brutal.
Primero, porque el día que compres no te pillará por sorpresa.
Segundo, porque te garantiza algo que no puede garantizarte todo el mundo.
Y es que el objetivo de estos correos no es obtener tu información, tus patrones de comportamiento, tus datos y vendérselos a un tercero para ganar dinero.
El objetivo de estos correos es venderte algo que construyo por y para ti.
Sabes que te lo voy a vender y eso te da el poder de rechazarlo.
Y es el motivo final por el que te escribo.
100% honesto.
100% transparente.
100% rentable.
Porque sí, amigo que me hacía notar al inicio del correo que estos emails son gratis, estos emails son rentables.
Tú quizá no pagues un solo euro por leer este contenido.
Pero cuando te alejas y contemplas lo que hacen los miles de lectores de estos correos…
Te das cuenta de que el dinero llega.
Para mí, que te escribo cada día, es un negocio de lo más jugoso.
Y qué narices, me encanta escribir estos correos.
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