El sábado a las 8:01 de la mañana me llegó una notificación de Agencia Estatal de Administración Tributaria, la AEAT o Hacienda para los amigos.
Tras una primera lectura, parece que un tipo con el que trabajé el año pasado dice que le debo 26.620,79€ y me van a embargar la cuenta.
Plazo de 10 días.
Después de flipar fuerte, olvidar el sueño y el desayuno y pedir a mi mujer que leyera el PDF para ver si se me escapaba algo…
Y ella vio lo mismo que yo.
¿Sucumbimos al pánico? No.
¿Nos pusimos nerviosos? Mucho menos de lo que esperábamos.
Y entonces… Sucedió algo increíble.
Pusimos en marcha la maquinaria de todos nuestros recursos para hacer frente a la situación, empezando por tranquilizarnos a nosotros mismos.
Si hoy no tienes tiempo…
No tienes por qué saber de todo, pero sí tienes que saber a quién pedir ayuda cuando lo necesites.
Si necesitas ayuda con tu proyecto de vida, yo puedo ayudarte
Y si la AEAT llama a tu puerta…
Lo primero fue asumir que el dinero está perdido, que lo peor que podría pasar va a pasar. Así que la siguiente pregunta es:
¿Podemos asumir un pago de casi 30.000€ en menos de 10 días?
La respuesta corta es que SÍ.
No importa como, lo que importa es que mi mujer y yo seríamos capaces de conseguir ese dinero en ese plazo.
Y eso hace que el PÁNICO inicial se reduzca.
Lo siguiente es lanzar peticiones de ayuda a las personas indicadas.
RECUERDA: es sábado por la mañana. La gente duerme y los profesionales a los que podemos recurrir no van a leer nada hasta el lunes.
Así que escribimos a asesores y abogados, a ver qué podemos hacer.
¿Y ahora qué hacemos?
Gestionar la ansiedad más inmediata.
¿A quién podemos acudir para saber un poco más de este tema y no estar dándole vueltas hasta el lunes?
Así que escribo a dos amigos con contactos profesionales con este tipo.
Mi mujer escribe a una conocida que tiene un bufete, a ver si le hace el favor.
Y en paralelo llamo a mi amiga Gema, que resulta ser una crack en estos temas.
TODOS responden en cuestión de una hora.
TODOS ofrecen ayuda y apoyo.
Y Gema sacrifica su entrenamiento matutino para venirse a tomar un café conmigo y revisar el caso.
Escucha, amigo lector, y hazlo con atención.
Hay muchas cosas que se pueden hacer solo.
Te lo digo yo, que en estos últimos 9 años he levantado un imperio de la nada y he conseguido facturar cientos de miles de euros por mi cuenta.
Pero necesitas unos amigos capaces de responder en caso de necesidad, contactos que puedan echarte un cable en cualquier situación y la habilidad y humildad suficiente para pedir ayuda cuando la necesitas.
Hace unos años no hubiera escrito a nadie en esta situación.
Hubiera subido la presión mental al máximo, dándole vueltas sin resolver nada, hubiera intentado resolverlo solo y hubiera metido la pata después.
Darte cuenta de que tienes un problema, que no eres capaz de resolverlo y encontrar a alguien que lo haga por ti es una habilidad que a algunos nos cuesta.
Pero cuando lo haces ves que todo tiene solución.
Que el problema no es tan grande como parece y que, aunque lo fuera, podrás resolverlo.
Tú puedes con lo que te propongas, amigo lector, pero también tienes que saber qué cosas debes proponerte y cuáles no.
Parar en seco, evaluar el problema y diseñar un plan de acción.
Y pedir ayuda.
Por eso no me verás haciendo una declaración de la renta o resolviendo una reclamación de deuda de 26.620,79€.
Ni me verás gestionando campañas de publicidad o editando mis propios vídeos de YouTube.
Si tienes problemas de ese tipo, no soy tu hombre.
Si necesitas diseñar un plan de acción que haga que tu vida cambie de donde estás a donde quieres llegar,
que utilice los conocimientos que ya tienes para ganar más y trabajar menos.
Entonces sí puedo ayudarte.
PD.: no voy a tener que pagar un solo euro, por si te lo seguías preguntando.
Si quieres dejar tu comentario, apúntate:
El newsletter que leen empresarios, abogadas, amos de casa, ingenieros y fruteros por igual
Cada día un email para inspirarte, ¿a qué? A vivir mejor, ser mejor, ganar mejor