¿Recuerdas algún día en el que hayas hecho algo tan sorprendente que todavía sorprende a los que te rodean?
Ya sabes, conseguir una solución para un problema o una situación tan out of the box que la gente se maravillase de ella…, mientras tú solo podías pensar en que esa era la única forma de resolverlo.
De pequeños todos tenemos ocurrencias de esas cada día, pero lo vamos perdiendo al hacernos mayores.
Aunque a veces vuelven.
Si hoy no tienes tiempo…
Trabajo duro no significa que sea bueno, inteligente es lo que deberías buscar.
Como inteligente es aprender de los que ya han recorrido el camino antes que tú
Porque pueden ahorrarte mucha frustración y tiempo.
Hace tiempo, trabajando en Holanda, en las oficinas de un cliente, el jefe de nuestro proyecto entró en pánico.
Por error, el equipo de compras había cargado en el sistema miles de órdenes.
Esto, normalmente, no supone un problema. Los sistemas que se usan son de prueba y las órdenes se pueden borrar.
Pero aquel día las órdenes se crearon en el sistema de paso a productivo, en el que será el de verdad, el definitivo…, y se crearon de una forma que no permitía el borrado habitual y…, teniendo una demostración con los jefazos al día siguiente.
Imagínatelo.
El jefe nos reunió a todos en una sala a las ocho de la tarde y dividió las órdenes por las doce personas que estábamos allí. Si lo hacíamos rápido, tardaríamos dos o tres horas en terminar.
Un sacrificio por el bien común.
Solo que tenía que haber una forma de hacerlo todo de golpe.
Así que me fui con la jefa de ventas a otra sala distinta y empezamos a buscar la manera de hacerlo todo en un click.
No sé si tardamos quince, veinte o cincuenta minutos (han pasado 11 años), pero sí recuerdo el grito que les soltamos a los de la sala para que parasen de hacer nada a mano.
Cogimos el excel con toda la información, usamos el programa que habíamos encontrado y… ¡voilà!, todas las órdenes desaparecieron del sistema.
No pasó lo mismo con la vez que creamos un objeto llamado PUTOCLIENTE en un entorno de pruebas al que tenía acceso el cliente.
Pero eso es otra historia.
El caso es que antes de ponerte las anteojeras para no ver nada más y ponerte a hacer nada, piensa en si no hay una forma más eficiente, efectiva y práctica de hacerlo.
Y no hablo solo de SAP, excels, órdenes y trabajo.
Hablo de tu vida entera, de tus horarios, de tus aficiones, tus ejercicios, tu…
Para todo hay formas buenas y formas malas de hacer las cosas.
Solo que actuamos por inercia y no nos planteamos si son malas o buenas, solo hacemos, porque nos hace sentir bien actuar (aunque estemos perdiendo el tiempo).
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Esta semana, además, he subido uno de los vídeos que más me ha gustado hacer al canal de YouTube, respondiendo a varias de las preguntas que me han hecho desde esta misma lista.
¿Cómo se puede mantener el balance vida-trabajo?
Escúchalo, porque da un par de claves maestras que sí que pueden ahorrarte mucha frustración y sufrimiento.
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