El SEO ha muerto.
Twitter ha muerto.
Bitcoin ha muerto.
…
Según los gurús de turno, todo ha muerto ya por lo menos media docena de veces.
El SEO (las técnicas para posicionar páginas web en los primeros resultados de Google) lleva muriendo una década.
Cuando empecé a trabajarlo, allá por 2014, unos tipos llamados Panda y Pingüino habían acabado con el SEO.
Y en 2015 murió otra vez.
En 2016…
2017…
Lo mismo pasa con el email marketing.
Cuando empecé en 2014, captar el email de la gente sobornándole con un PDF o un recurso «de gran valor» era el no va más.
Unos años después, nadie creía en las newsletter.
(Aunque las seguíamos usando).
Luego llegaron unos cracks que lo petaron e hicieron muchos billetes con las newsletter y con ellos llegó otra oleada de que el email marketing estaba muerto.
Ahora mismo, mientras hablamos, el email marketing está muriendo otra vez.
(Qué curioso que algunos ganemos mucho más que nunca con este método).
Lo divertido es que el email marketing parece nuevo y lleva existiendo un par de siglos.
No, enviando cartas electrónicas no, si no cartas en papel.
Pero la filosofía es la misma.
200 años y sigue funcionando igual de bien, pero ha muerto más veces que la Tía May en Spiderman.
Lo que cambia, amigo mío, es el escenario, las normas de juego. Pero el juego en sí se mantiene invariable.
Pasa lo mismo con la afiliación, con ganar comisiones por recomendar los productos de otras personas (sí, principalmente Amazon, pero como vemos en la clase avanzada 2 del curso, hay muchos, MUCHOS más programas diferentes).
En 2014 era la forma de hacerse rico.
Luego resultó que la forma era la publicidad.
Luego Amazon cambió sus comisiones y murió la afiliación.
(Pero seguíamos ganando dinero con ella)
Hasta que Google hizo cambios y también, la afiliación estaba muerta.
(Pero seguíamos ganando dinero con ella)
Y…
La historia es siempre la misma.
La gente necesita noticias, necesita carnaza y no soporta la estabilidad.
O, mejor dicho, no soporta tener que adaptarse.
No, el SEO no es ahora igual que en 2010.
No, el (e)mail marketing no es ahora igual que en 1950.
No, la afiliación no es igual que en 2013.
Pero, ¿sabes qué? Todas siguen funcionando bien.
Y lo más importante, la esencia nunca cambia.
Los que pierden algo en el proceso son los que buscan atajos, hacen las cosas en las zonas grises de la normativa o intentan construir basura que les haga ricos rápido.
Por eso algunos de nosotros seguimos ingresando dinero con las mismas webs desde hace una década.
Porque hay formas de construir páginas que resistan a cualquier modificación de los algoritmos que gobiernan internet.
¿Cuáles?
Te las cuento aquí:
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