Hay una historia muy curiosa de un ingeniero que escribía libros.
No, no te voy a hablar de mí.
Te voy a hablar de un tipo en el que esas dos habilidades son como el agua y el aceite.
No hay quien las junte.
El caso es que este tipo, al que llamaremos Mr. SN, tiene una carrera profesional llena de cosas de ingenieros.
Empezó programando en su casa, luego para otros, luego montó una empresa, ahora la dirige…
En paralelo, Mr. SN tiene una pasión absoluta por escribir.
Al principio como una vía de escape, en folios, cuadernos…
Luego llegaron los relatos en foros truculentos (cosas que nunca me ha querido compartir).
Y al final llegó algo mucho más serio y profesional.
Escucha, que el tipo tiene varias novelas publicadas, algún ensayo, antologías…
Y algunas de ellas con bastante éxito.
Su forma de escribir es particular, como es él, pero tiene una prosa muy correcta y una forma de transmitir suficientemente intensa como para emocionar a quien lo lee.
¿Y qué pasa cuando escribe para los clientes o los artículos de su empresa?
Que toda esa corrección se pasa al lado frío de los ingenieros.
Es técnico, es lejano, es…, puede llegar a ser un ladrillo infumable.
La primera vez que cogí un texto (profesional) suyo y lo revisé, me sentí como si tratase con el Dr. Jekyll y Mr. Hyde.
Si no quieres que te pase eso.
Si quieres que los textos que escribas, sean posts, emails, entradas en una red social o cartas a tu amada, no parezcan escritos por un robot.
Tienes que aprender copywriting.
Y no hay mejor forma de aprender copywriting, que leer a un copywriter.
Todos los días te envío un email.
No es un email en el que te enseñe copywriting, no.
Es un email en el que uso el copy para enseñarte otras cosas.
SEO, estrategia web, captación de clientes, conversión…
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Si quieres, podrás aprender solo eso que te cuento.
Si no quieres, podrás entretenerte con la historia que te cuente.
Y si eres avispado, en todos ellos aprenderás una lección de copywriting.
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