¿Sabes eso que hacen en las películas al ir a dar un discurso?
Sí, ese recurso que utilizan para demostrarte que el personaje en cuestión habla desde el corazón y no desde el papel.
El típico momento en el que saca su discurso, bien estructurado y detallado en unos folios que, en realidad, están en blanco.
Y cuando va a empezar a hablar inspira, mira al público y aparta el taco de folios.
Dando el mejor discurso de su vida, emotivo, cercano y creando una conexión brutal con toda la audiencia.
¿Te suena?
Pues bien, este email no va a ser así.
Porque no va a ser el mejor email que te he enviado nunca, pero es un email importante.
Importantísimo.
«¿Para mí?»
Pues no lo sé, amigo entrecomillado, pero para mí sí es importante.
¿Sabes por qué?
Porque hoy, 7 de mayo, es el día en el que, hace 9 años, me fui roto por dentro de mi trabajo en consultoría.
Por delante me quedaban varios años de recuperación, medicación, terapia y mucho trabajo interior.
Y después del proceso, una vida totalmente distinta, con los valores más equilibrados, más éxito, más tiempo, más familia, más amigos, más salud y, sí, mucho más dinero.
Mi idea era contarte la historia de aquel día, pero no encontraba la forma de empezar y conectar.
¿Sabes por qué?
Porque pasó hace 9 años y, sinceramente, no me veo en absoluto cerca de recrear el estado de ánimo que hace falta para contarte lo que pasó en aquellos meses anteriores al 7 de mayo de 2014.
De hecho, solo me he acordado de que el 7 de mayo es ESE aniversario, porque me puse un aviso en el calendario.
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El año que viene, que se cumplirán 10 años desde aquel fatídico día, borraré la entrada del calendario y adiós muy buenas.
Así que lo único que quería decirte es que, como decía mi abuelo, siempre adelante.
De todo se sale.
Da igual lo mal que lo veas, que se puede salir y mirar para atrás sin que duela recordarlo.
Tenemos una vida que es un regalo y hay que aprovecharla al máximo.
No tirarla a la basura por no saber a dónde vamos o lo que queremos conseguir.
Dejando que sean otros los que tomen las riendas del 50, 60 o 75% de nuestras vidas.
La forma que encontré yo de recuperar esas riendas no se la recomiendo a nadie.
Pero si te interesa, se compone de dos pasos esenciales:
1) Mandarlo todo y a todos a la mierda
2) Empezar a probar formas de sacar dinero por mí mismo, desde mi casa y con la presión de que, si fallaba, quizá tendría que volver con esos a los que había mandado a la mierda.
Spoiler: no falló y nunca en la vida volveré a trabajar para nadie que no sea yo.
¿Por qué?
Porque dará igual que hoy me quites todas esas páginas web que me dan dinero.
Seguiré teniendo el conocimiento y podría volver a construir este imperio otra vez.
¿Cómo?
Como te cuento aquí:
La diferencia estaría en que esta segunda vez no me costaría años llegar al mismo resultado.
Igual que a ti no te costará 9 años de pruebas y experimentos para dar con la forma de ganar dinero con una página web si haces el curso.
Porque ya tienes concentrados 9 años y miles de horas de experimentos, proyectos, fracasos y éxitos en el curso.
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