Llevo 8 años sin tener jefe.
8 años trabajando desde casa, para mí.
8 años con la cocina, la televisión, el sofá, la consola y los LEGO al alcance de mi mano.
Literalmente.
Mentiría si te dijera que he conseguido mantenerme alejado de ellos durante todas las jornadas laborales de estos años.
Mentiría mucho.
He pasado días enteros tumbado en el sillón jugando, viéndome series enteras del tirón o haciendo todo lo que se supone que no tiene que hacer un ser humano productivo.
Es cierto que supuso un problema los primeros años y que ya no lo es, pero te voy a contar un truco infalible para sobrevivir a cualquier tentación.
Escucha.
Yo tengo mis objetivos, como todo hijo de vecino. Algunos son más ambiciosos, otros lo son menos, pero son MUCHOS objetivos.
Como buen emprendedor, para hacer realidad mi plan harían falta siete yos trabajando en paralelo.
Pero no hay 7, solo hay 1.
Así que, ¿cómo se supera la frustración del día que no consigues lograr tus objetivos?
Definiendo lo que yo llamo como el mínimo crítico de cada día.
El mínimo aceptable que, bajo cualquier condición, puedes llegar a ejecutar un día cualquiera.
Imagínate que tu objetivo es ir al gimnasio todos los días y entrenar 3 horas.
Seguro que algún día fallas.
Y el día que fallas, se rompe tu rutina y se vuelve mucho más fácil dejar de ir al gimnasio.
¿Verdad?
El mínimo crítico, el mínimo aceptable, sería decir que, aunque no vayas al gimnasio, vas a hacer 20 flexiones y 50 abdominales.
Algo que puedes hacer casi en cualquier lugar y en cualquier circunstancia.
Pues bien, lo mismo sucede con el trabajo.
Yo tengo definido un mínimo crítico para cada día de la semana.
Incluidos los fines de semana y los festivos, sí.
Y pasa por escribirte a ti.
Si escribo este post, la rueda de la rutina sigue girando y da igual que algún día concreto falle en los objetivos más ambiciosos, porque el mínimo me mantiene en movimiento.
Lo mismo pasa con el diseño de una página web.
Si te propones que tenga 200 funcionalidades, 500 páginas, 1000 imágenes y 2000 artículos, seguro que no llegas a alcanzar tu objetivo.
Pero si defines con claridad el mínimo crítico de esa web y lo haces como es debido, esa web brillará y llegará lejos.
¿Tan sencillo como eso?
Siempre que sepas definir bien ese mínimo crítico, sí, es tan sencillo como eso.
Para más truconsejos que te ayudarán en tu día a día, apúntate y te enviaré uno cada mañana antes de que te tomes el café.
Para gente que quiere entretenerse y aprender antes de desayunar
Si quieres dejar tu comentario, apúntate:
El newsletter que leen empresarios, abogadas, amos de casa, ingenieros y fruteros por igual
Cada día un email para inspirarte, ¿a qué? A vivir mejor, ser mejor, ganar mejor