Lo que voy a contarte hoy es algo que me fascina del ser humano desde hace bien poquito.
Porque antes, fascinarme, lo que se dice fascinarme, no me fascinaba. Más bien me daba por saco.
Algo que refleja muy bien por qué solo unos pocos llegamos lejos, mientras los demás se quedan oliéndose los traseros al principio del camino.
Si hoy no tienes tiempo…
Este email mola, pero quiero decirte que es el último día para comprar el curso a precio reducido..
Mañana costará un 15% más
Te diría que esto está basado en hechos reales, pero es que SON hechos reales,
acaecidos durante las últimas dos semanas.
Acaecidos, qué bonita palabra y qué pocas veces podemos usarla como es debido.
Tengo un canal de YouTube de LEGO. Quizá lo sepas, quizá no, aunque si has visto alguno de los vídeos de mi canal con nombre propio (David Olier, no otro nombre), ya intuirás que eso de los LEGO me va mucho.
El caso es que en ese canal, que tiene casi 10.000 seguidores y recibe unas 80.000 visualizaciones al mes, hemos organizado un concurso.
Los suscriptores construyen algo original, nos lo mandan a 4 youtubers, escogemos 3+1 ganadores y les mandamos unos premios muy chulos.
Como todos los concursos, tiene unas bases.
Bases muy sencillas: construcción original, hecha de LEGO, manda 4 fotos y una 5ª foto que incluya un papel con tu nombre de YouTube (para verificar que es tuya la construcción).
Aquí es donde viene la magia del fracaso anticipado.
Nada más publicar el vídeo con las bases (explicadas de viva voz y escritas), los comentarios se llenaron de:
- ¿Y si en lugar de 4 mando 5 fotos?
- ¿Y si hago un modelo 3D en lugar de una construcción física?
- ¿Y si mando un vídeo?
- ¿Y si hago un stop motion?
- ¿Y si gano, puedo cambiar de premio?
- ¿Y si…?
Sin haber empezado a construir.
Sin haber hecho NADA.
Toda su preocupación gira en torno a cómo doblegar las bases del concurso a su gusto.
No en torno a hacer la mejor y más original construcción de LEGO jamás vista, no, en torno a por qué las reglas del juego no les gustan.
Y, mientras tanto, los correos de los participantes se acumulan (vamos más de 170 ya) con una tasa de error en los envíos de más del 60%.
Porque nadie está incluyendo la única foto que sí es indispensable: la prueba de vida, la demostración de que es TU construcción y no una que te has encontrado en Reddit.
Imagínate una carrera.
Línea de salida, todos preparados para dar lo máximo de sí mismos y llegar en el mejor tiempo a la meta.
Suena el disparo de salida.
Y el 90% de los participantes, en lugar de salir corriendo, se encaran enfurecidos al juez, porque no les ha gustado el sonido del disparo, el color de la cinta de llegada es ofensivo, el podio no está donde ellos quieren o…
¡Todo antes de empezar!
Y lo mismo pasa con muchos de tus compañeros suscriptores (o quizá contigo).
Que quieren montar algo (una web, un negocio, una newsletter o empujar su marca personal) y, antes de empezar, lo que hacen es sacar mil y un problemas.
¿Y si no gustan mis emails?
¿Cómo maximizo mis aperturas?
¿Y si no tengo nada que vender?
A ver, alma de cántaro, ¡que todavía no tienes una lista de suscripción!
Deja de quejarte y empieza, hazlo lo mejor posible, aprende, mejora y sigue haciendo cosas.
Tengo un curso.
No es para gente que quiere sentarse a ver la vida pasar, esperando a que los problemas se solucionen solos.
Es un curso para gente despierta, para gente que quiere dar lo mejor de sí misma y hacer algo distinto a los demás, ganando mucho en el proceso (satisfacción, conocimiento, autoridad, calidad de vida y dinero).
Curso de marca personal y newsletter
Le podría haber puesto un nombre con más gancho, pero, viendo cómo se tergiversan hasta las bases de los concursos más sencillos, prefiero que sea corto, sencillo y descriptivo.
Hoy cuesta 190€, es en papel y se empezará a enviar el mes que viene.
Mañana costará 220€ y seguirá siendo en papel.
Curso de marca personal y newsletter
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