El otro día estuve en el País Vasco.
No un día cercano, en realidad, fue hace unas cuantas semanas.
Como he estado entretenido enviándote correos para cerrar este capítulo que acabamos de cerrar, me guardé esta historia para más adelante.
El caso es que me cité con un hombre misterioso.
¿Quién era?
Paciencia, joven Padawan.
No quedamos solos, sino que fuimos un grupo más o menos contenido de personas a hacer lo que mejor se nos da.
Comer chuletón y beber sidra.
O al menos bebieron sidra los que querían beberla.
Risas, carne, más risas y mucha de esa sidra corriendo por la mesa.
No te voy a engañar, creo que no pude comer durante dos días después de aquello.
El caso es que Nico sabe a qué me dedico.
Sabe que asesoro a clientes, que les hago páginas web, que las posiciono en Google, les pongo textos que enganchan a la gente y todo el mundo gana dinero con eso.
Así que me contó una historia.
De Nico tienes que saber que trabaja para Google desde hace años en otro país. Uno de estos grandes de habla inglesa en los que trabaja la gente top.
O eso dicen los que trabajan allí.
Vamos, que es un ingeniero brillante.
Y me contó una historia llena de brillantez.
Mira David, tengo esta idea, existe esto súper complicado pero que yo sé hacer, y puedo desarrollar un programa que haga…
Y no nos quedamos ahí, puedo hacer que sea automático, que tenga miles de variables, que los usuarios puedan obtener todo esto sin dificultades y…
¿No ves el valor que podemos aportarles?
Nos forramos.
Tú nos diseñas la web, nos la haces y yo monto todo lo que hay detrás y…
A ver.
La cosa es tan seria que no voy a poner haber, aver, haver, a ber y esas cosas.
Lo primero que le dije fue lo siguiente:
¿Cuánto tardarías en tener listo todo eso que me cuentas?
Bueno, depende de la inversión, del equipo que pueda contratar, de…
No, no y mil veces no.
¿Cuánto tardas tú en hacer ese análisis, esos cálculos y ese estudio para un cliente concreto?
Ah, eso, joder, pues no mucho, pero la idea es que se haga todo solo y….
No, no y diez mil veces no.
La idea, Nico, es ganar dinero y hacerlo cuanto antes.
O demostrar que la idea es una mierda y ahorrarte ese dineral que ibas a gastarte en subcontratar y construir una plataforma como la tuya.
Mira, cuando te planteas el diseño de una página web (sobre todo si es nueva y nadie conoce la marca que hay detrás) lo más importante es ir al grano.
Y hacerlo rápido.
Cuanto antes esté rodando esa web, antes la encontrarán los usuarios y antes podrás ver si lo has diseñado todo como deberías.
Hacer esa web BIEN no es invertir meses, semanas y decenas de miles de euros en las cosas que hará.
Es hacer las cosas justas que tienes que hacer para que esa web te dé lo que necesitas.
¿Y qué necesitas?
Beneficios.
Nico no necesitaba montar la supermegaplataforma que te cagas de buena para recibir beneficios.
Le conté cómo tenía que empezar, ahorrándose miles de euros por el camino.
Y le pareció tan buena idea que decidió hacerme caso.
La mejor web del mercado no es la que más cosas hace, sino la que da beneficios a sus dueños.
Sea para una empresa, un emprendedor, un profesional o un particular.
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