«Publiqué un vídeo en tiktok recientemente que tuvo más de 80.000 visualizaciones.
El vídeo tenía subtítulos, y una de las palabras de los subtítulos… tengo a un tipo que hace eso por mí… una de esas palabras tenía una errata.
Y él tipo estaba en plan… «¿debería borrarlo?» Y yo… «No, ¿a quién le importa? Ni te preocupes. El mensaje está claro.»
Es gracioso, porque de las personas que comentaron, 20 o 30 solo se fijaron en la errata.
Mira, tengo un colega, Sean Whalen, que ha vendido más de 100.000 copias de su libro. El libro se llama «How to Get Shit Done» y las páginas no tienen números.
Yo estaba con él en el momento que descubrió que no habían puesto números, y el tío dijo: «No me importa una mierda, vamos adelante. Si no hay números pues no hay números.»
Yo mismo estaba acojonado, ¿puedes no poner números en las páginas? ¡La gente no va a poder buscar una página! Pero a él simplemente no le preocupó, no permite que los pequeños detalles le paren. Y ese es el problema de la mayoría de personas, que no hacen nada grande porque se atascan en detalles sin importancia.
Nuestro cerebro está diseñado para fijarse en lo que hacemos mal, así es como sobrevimos cuando nos perseguían animales salvajes, antes de que existiera la civilización.
Y si no reconfiguras tu cerebro, si no te conviertes en el dueño de tu cerebro y empiezas a centrarte en lo que está bien, te acabas convirtiendo en el tipo de persona que nadie quiere tener a su lado.
La persona que corrige el lenguaje de otra en internet.
Pero a la gente que está ahí fuera produciendo, creando y haciendo cosas chulas no le preocupa, porque ellos no se tropiezan con los pequeños detalles, así que siendo así solo te perjudicas a ti mismo.
Mira, hecho es mejor que perfecto. Simplemente haz esa maldita cosa de una vez.
Los ganadores se centran en ganar, los perdedores en encontrar problemas.»
—Jimmy Rex, autor de dos bestseller y presentador de The Jimmy Rex Show
Cada vez que alguien como tú me escribe para decirme todas las erratas que hay en mi último posts doy palmas con las orejas.
No sabes lo feliz que me hace que las veas. Que te fijes en ellas y te llamen tanto la atención como para decirme que he puesto postS en la frase anterior en lugar de post.
Ya si quieres decirme que la RAE no acepta post y que tengo que usar artículo de opinión en su lubar…
Ahora ya tengo tu permiso para explicarte por qué esas erratas dicen más de ti que de mí.
O para hacer que Jimmy Rex te lo explique por mí.
Escribo estas historias muy pronto por la mañana, basándome en ideas que recojo a lo largo de mi día a día de formas rápidas y nada cuidadas.
No utilizo autocorrector desde hace una década, porque hace más mal que bien y no releo mis artículos.
Si lo hago, es para cambiar ideas y conceptos, no errores de redacción.
Lo único que hago y que dejaré de hacer en algún momento es cuidar mi lenguaje. Porque yo en mi día a día digo muchas palabrotas y tengo opiniones que excitarían a todos los trolls de Twitter tanto que se desmayarían por falta de riego en el cerebro.
Son demasiados años escribiendo artículos con cuidado de que no ofendan a nadie y lo hago en piloto automático.
Coño, que lo que importa de estos posts es el mensaje, la historia, lo que puedas aprender de ella.
Si lo que te importa es que he escrito lubar en vez de lugar, mal vamos.
Tengo un newsletter.
Puedo prometeerte que contendrá erratas, por lo que quizá te pases cada día intentando descifrar el motivo de ese doble espacio o de esa letra de más.
También puedo prometerte que si eres capaz de sobrevivir a mis erratas, aprenderás algo nuevo y te entretendrás con el café de la mañana.
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