¿Alguna vez te has preguntado por qué el cursor del ratón es una flecha torcida y no una flecha recta?
¿O un caracol?
Podría ser para no tapar las letras que hay debajo…
Por algún motivo de neuromodulación ultra sofisticado…
O podrías tener ese pensamiento insidioso que tienen muchas empresas y que dice algo como esto: «es que siempre se ha hecho así».
La explicación (que la tiene) es tan simple y sencilla que te va a sorprender.
Pero existe una explicación, no es algo que siempre ha estado ahí y que debemos respetar y adorar como si fuera un dios digital.
Escucha.
Si quieres que tus proyectos tengan éxito, si quieres tú tener éxito, cuando a tus labios suba la respuesta de «es que esto es así», hazte un favor.
Echa el freno y piensa un poco en esa tontería que acabas ibas a decir.
¿Por qué motivo se empezó a hacer así?
Si lo hay, ¿tiene sentido seguir haciéndolo bajo los estándares de hoy?
Y si no lo hay, ¿mejoraría en algo que cambiaseis la forma de hacerlo?
En serio, no te haces a la idea de la cara de tonto que se te queda cuando estás analizando los procesos de un negocio y te dicen algo así.
Cuando le preguntas al jefe de producción de una empresa por qué hace algo que
- Es ineficiente
- Es incorrecto
- Es ilegal
Y te suelta un «esto se hace así y tú no tienes ni puta idea».
Claro que luego, cuando tiras del hilo, te puedes encontrar con que lo hacen así porque hay un intercambio de maletines de dinero por debajo de la mesa.
Ahí al que se le queda cara de tonto es al otro.
En cualquier caso.
El cursor de tu ratón está torcido porque cuando inventaron el ratón, en 1981, los ordenadores eran una mierda.
Tan mierda, que la resolución de las pantallas era nefasta.
Sí, la cantidad de cuadraditos independientes que formaban las pantallas (pixels) no era de miles como ahora.
Antes veías los cuadraditos en la pantalla.
Eso hacía que una flecha recta tapase más texto del que mostraba.
Y por eso decidieron inclinar el cursor 45 grados.
¿Tiene sentido que ahora esté inclinado?
Para nada, ahora tenemos pantallas con millones de pixels en las que el cursor no molesta lo pongas como lo pongas.
Pero oye, es que siempre se ha hecho así…
Cada día mando un correo en el que te cuento cosas tan chulas como estas.
Quizá no aprendas nada, si no quieres, pero seguro que te entretienes
Cada día a las 6:25 de la mañana, a la hora que me tomo mi primer café.
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