Hoy tenía pensado hablarte de algo fantástico, espectacular, alucinante, lucrativo y…
No, en realidad no tenía pensado nada.
No me ha dado tiempo, la verdad.
Porque te voy a hablar de algo más importante que cualquier tema espectacular, fantástico y lucrativo que se me pueda ocurrir.
Voy a contarte cómo librarte del estrés y la frustración del día a día.
Y lo hago con mi hijo de tres años dormido al lado, hirviendo por la fiebre.
Mira, cuando me lo monté por mi cuenta era un fanático de organizarme la agenda al milímetro.
55 minutos a esto, 45 a lo otro, 133 a lo de más allá, 37 minutos para comer…
¿Sabes qué descubrí?
Que esos calendarios, esas agendas, solo funcionan hasta que algo se retrasa.
O peor, que dedicar 33 minutos a una tarea que podrías terminar en 99 es una absurdez. Porque dividir una tarea en 3 trozos, no cuesta el mismo tiempo.
Cuesta más: tienes que recordar por dónde ibas, buscar los archivos y…
Y eso si todo funciona como debería, que nunca lo hace.
Luego llegan los imprevistos, las llamadas, los compromisos…
Los «me voy a entretener un rato más en Twitter», «un vídeo más en YouTube» o ese amigo que te cuenta un problema que…
Escucha.
Por mucho que queramos, no somos máquinas y no podemos planificarnos el día como si nosotros y lo que nos rodea funcionase como un reloj suizo.
Hay que asumir el error, los retrasos, los…
¿Por qué? Porque tener 7 tareas en el calendario y no cumplir ninguna por cosas tan tontas como que el ordenador se reinicie, es frustrante, estresante y seguro que te cabrea.
Pero cuanto más genérico sea tu objetivo y más fácil de cumplir lo tengas, mejor trabajarás.
Por ejemplo, hoy tenía dos objetivos: escribir este post y trabajar como copywriter en el proyecto de una empresa.
¡HORROR! Mi hijo está enfermo, mi día se va a ir a la mi…
Tssss, espera.
Primer objetivo: el post -> hecho.
Segundo objetivo: trabajar en el proyecto de copy -> a lo largo del día seguro que saco tiempo para avanzarlo.
¿Ves?
Si me hubiera puesto:
- email de 6 a 6:30
- proyecto 1 de 6:30 a 7:30
- desayuno y niños hasta las 9:30
- Proyecto de copy de 9:30 a 10:30
- …
La fiebre de mi hijo a las 6 de la mañana hubiera destrozado el resto del día y yo ahora estaría cabreado por no poder cumplir con mi plan.
Por eso sería incapaz de volver a trabajar para otros.
De tener que vivir según el calendario y los horarios que me fijen unos señores a los que la fiebre de mi hijo se la suda siete pueblos.
Por eso construyo páginas web y por eso cuento a otros cada día cómo pueden hacerlo.
Porque cuando empiezas a ganar dinero desde tu casa y puedes dedicar el día a tu hijo enfermo sin que el dinero deje de entrar…
Disfruta de la verdadera libertad
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