Nunca me ha gustado mi cumpleaños.
No porque me moleste el hecho de cumplir años; siempre me he sentido más viejo de lo que soy (aunque cuantos más años cumplo, más se equilibra esa sensación).
Es por el simple hecho de que, cuando era un chaval, casi todos mis cumpleaños se j0dían.
Luego entra un tema muy interesante que se llama sesgo de confirmación que convierte casi cualquier cosa que suceda en una confirmación de tus propios miedos.
Y en menos de una década te encuentras esquivando tu cumpleaños con la agilidad de un artista de circo.
Hasta que un día te levantas y dices: «¿por qué narices sigo haciendo esto?».
No solo es que esa gente ya no esté en tu vida, sino que tú mismo has cambiado tanto que no tiene sentido seguir preocupado por las cosas que pasaron hace más de 20 años.
(O 25, que aunque no te gusten los cumpleaños ellos siguen marcando el ritmo).
Es lo mismo que hace la mayoría de la gente con un trabajo que no le gusta, ni le llena (ni sus bolsillos), ni le hace disfrutar.
Sin embargo, se convencen de que eso es lo único que pueden hacer y tiran hacia delante.
Escucha, no voy a ser yo el que te diga que si quieres puedes. Seguramente necesites ayuda externa, de la misma forma que la necesité yo para redescubrir mi cumpleaños y para irme de un trabajo que me tenía esclavizado.
¿Sabes qué pasa?
Que cuando sales de tantos pozos de mierda, te das cuenta de que siempre se puede.
Lo que pasa es que hay que reeducar a nuestro propio cerebro y eso es una tarea compleja. Pero si un ingeniero cabezón y cuadriculado lo ha conseguido, yo diría que se puede. Con ayuda, sin ayuda, de forma natural, con un esfuerzo tremendo, pero se puede.
Hoy, 20 de mayo de 2023, es uno de los pocos cumpleaños que me levanto con ganas de disfrutar del día.
Igual que hace 9 años me levanté aliviado sabiendo que me iba a ir de aquella picadora de carne.
En ambos casos no tengo ni idea de lo que vendrá después, pero sí sé que será mejor que lo que vino antes.
Así que, como es un día especial, voy a sacar todos los cursos de la chistera (aunque no les corresponda) para que tengas las mismas herramientas que he tenido yo a lo largo de estos años para renovarme en alguien mejor.
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Esto es todo por mi parte.
Me voy a preparar una barbacoa para mis amigos y mi familia.
Porque yo lo valgo.
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