Ayer hablamos de que hacer, hacer, hacer y hacer es una de las partes más importantes del éxito.
¿Qué éxito?
Cualquiera: el éxito personal de aprender algo nuevo, el éxito profesional de ser bueno en lo que haces, el éxito familiar de…
Si hoy no tienes tiempo…
Si antes de hacer consigues CONECTAR, lo tendrás todo hecho.
Porque conectar es la base de cualquier éxito
Y aquí lo ponemos bien fácil
El truco está en que, en lugar de sentarte a quejarte y compararte, te agarres los machos y te pongas a hacer lo que tienes que hacer.
Aunque hay algo más.
Decía que mi mujer es una de las mejores ginecólogas de su hospital, porque es una de las que más partos y pacientes atiende cada año.
Y es verdad, pero es media verdad.
Una paciente, cuando se cita con ella, no tiene por qué saber si es buena o mala en lo que hace.
Sí que es verdad que, si hace una búsqueda por internet, encuentra un portafolio de testimonios tan brutal que es fácil deducir que es buena.
Pero muy pocas hacen estas comprobaciones.
Porque no las necesitan.
Una de las claves por las que mi mujer tiene llenas las consultas desde que empezó a trabajar y vaya a la consulta que vaya, no tiene que ver con lo mucho o poco que sabe de medicina.
Ni por los miles de partos que ha atendido.
Sino por su capacidad de conexión humana.
Es algo increíble de ver desde fuera, porque la transformación es tangible: cuando mi mujer habla con una paciente, todo en ella se gira por y para la mujer con la que está hablando.
Cercanía, empatía, explicaciones sencillas, cariño…
Y es esa conexión humana lo que engancha a las 3.851 pacientes que ha visto en lo que vamos de año.
Porque cada paciente lleva a sus hijas, a sus hermanas, a sus cuñadas, a sus tías, a su madre, a su vecina, a sus amigas…
Y estas, a su vez, cuando conectan con ella, traen a sus amigas, hijas, hermanas…
Que luego ella sea profesional, les resuelva sus problemas y las ayude a traer al mundo a sus bebés con tanta maestría, es lo que pone el broche final a una experiencia que empieza mucho antes de entrar al paritorio.
Porque el valor humano es lo que atrae, convence y retiene a las personas que tienes a tu alrededor.
Y como ella ya tiene esa capacidad, estoy terminando un curso que le ayudará a trasladarlo al mundo digital.
A un mundo en el que los ingresos llegan de forma pasiva, sin que tengas que levantarte de madrugada e irte a hacer un parto.
Es este curso:
Y estará listo dentro de muy poco.
Lo que pasa es que, cuando esté listo, subirá de precio.
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