¿Qué fue antes, el huevo o la gallina?
No hace falta que hablemos de huevos, ni de gallinas. Ahí fuera hay un montón de situaciones en las que no se sabe cuál es la causa y cuál es la consecuencia.
Por ejemplo, cuando hablamos del éxito profesional.
Si hoy no tienes tiempo…
¿El maestro hace cosas porque es maestro? ¿O como hace cosas se convierte en maestro?
Haz, conecta y convierte con tu audiencia
Pero sobre todo HAZ
¿Tienes éxito porque eres un experto?
¿O eres un experto porque tienes éxito?
Te dejo que lo proceses.
Pero tampoco mucho, que vamos con un caso real: el de mi mujer.
Si le preguntas a ella te dirá, con sinceridad genuina, que no cree que sea tan buena en lo que hace. Pero los datos no mienten.
Tiene las consultas a reventar y muchas pacientes y compañeras de la casa (del hospital, enfermeras, médicos, auxiliares…) suelen tenerla a ella como obstetra y ginecóloga. Además, la mitad de los partos de su equipo los hace ella.
Entonces la pregunta es: como es una de las mejores obstetras que hay, ¿es la que más partos hace?
¿O porque hace más partos que la mayoría se ha convertido en una de las mejores obstetras que hay?
¿Ves la paradoja?
Nos solemos sentar a quejarnos de que el éxito o en reconocimiento no nos llega, pero no hacemos lo que tenemos que hacer para conseguirlo.
Sería muy fácil decir que tiene suerte, tiene talento o cualquier otra excusa, cuando la realidad es que lleva años haciendo todos los partos de todas las pacientes que tiene, sea sábado, domingo, festivo, por la mañana, de madrugada o cuando sea.
Cuando haces una media de 200 partos al año, seguramente los hagas mejor que la inmensa mayoría que no hace ni veinte.
Pasa lo mismo en cualquier otro ámbito.
Toca mejor un músico que practica 8 horas al día durante años, que uno que solo toca diez minutos los domingos por la tarde y se queja de que no avanza.
Escribe mejores emails alguien que manda un email al día durante años, que uno que manda un email cada mes y se salta los meses de vacaciones porque tiene que descansar.
Y mañana te voy a contar otro secreto más que explica el éxito profesional de mi mujer.
Ese por el que llevo meses trabajando en el curso de marca personal y newsletter.
Para que termine de creérselo y consiga una fuente de ingresos que le haga no necesitar irse un sábado por la tarde al hospital.
Lo que pasa es que, aunque le des un millón de euros al año, seguirá yendo al hospital a hacer partos. Si no le llenase tanto hacerlos, seguramente no los haría.
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