El otro día leía un post en LinkedIn lleno de comentarios de gente que criticaba con una vehemencia abrumadora a Apple.
Mejor dicho, criticaban una de sus decisiones de diseño en uno de sus productos.
Y no una decisión que han tomado ahora, en 2023, sino que tomaron en 2015.
O antes, según lo mires.
Lo divertido de la discusión es que siempre que Apple toma una decisión controvertida, llegan miles (o millones) de voces críticas a hablar de las absurdeces que hacen como compañía.
Que no seré yo quien diga que no cometen ninguna pero hay algo más.
Apple es la empresa de mayor valor del mundo.
La manzana mordida equivale a casi 1 billón de dólares.
Pero billón español, de los de 12 ceros, no de los americanos.
Eso significa que el valor de Apple como empresa es de un millón de millones, 1×10^12 (si te gusta la notación científica) o 1.000.000.000.000 si te gusta ver ceros a tutiplén.
¿Y qué decisión fue esa?
La que tomaron al sacar el ratón que viene con todos sus ordenadores de sobremesa: el Magic Mouse 2.
Blanco en la mayoría de los casos, aunque yo lo tengo negro.
¿Y por qué tanto revuelo por ese ratón?
¿Porque es incómodo de usar?
¿Porque te cobran 25€ más solo por pintarlo de negro?
¿Porque hay cientos de opciones más cómodas y agradables para tu mano?
No.
La polémica está en que el conector para el cable con el que lo cargas está en la base del ratón.
«¿Y cuál es el problema?»
Pues, amigo entrecomillado, que no puedes utilizar el ratón mientras llo estás cargando.
¡Traición!
¡Desastre!
¿Cómo ha podido Apple, la diosa de las empresas tecnológicas, cagarla en algo como esto?
Porque les sale de sus santísimas y sagradas pelotas.
Porque valen mil millones de dólares.
Porque son una empresa de diseño más que una empresa tecnológica.
Porque así llenan hilos de Twitter y de Linkedin 8 años después de haber tomado esa decisión.
Y porque la batería dura un cojón de pato y se carga en muy poco tiempo.
(No es broma, diría que dura un mes y tardas en cargarlo una hora)
Pero, sobre todo, porque el diseño del ratón no gira en torno al punto de carga.
Y el diseño es lo más importante en los productos de Apple.
Tiene que ser estético, agradable, de líneas puras y aspecto impoluto; y colocarle un agujero en medio de su perfecto caparazón de cristal no hubiera sido nada de eso.
Una vez tomada esa decisión, construyen el valor de marca alrededor para justificar cualquier ataque.
¿Que por qué no puedes usar el ratón de Apple mientras se carga?
Para que te tomes un descanso, hombre adicto al trabajo.
Sal fuera, báñate en los rayos de sol, pídete una cerveza bien fresquita y dale las gracias a San Steve Jobs por ese descanso en tu día.
Porque si Apple dice que el ratón es así, su comunidad lo aceptará y empezará a predicar a favor de esa decisión.
Y ese es el verdadero poder de Apple.
La comunidad de fieles que tiene detrás.
Y para eso no necesitas ser Apple.
Ni vender ordenadores de diseño.
Quizá podrías hablar de qué plantas poner en tu casa y cómo se cuidan.
O de cómo se decora un salón.
O de las dudas más habituales que tienen tus pacientes.
O de cómo sobrevivir con 1000€ al mes para una familia de 12.
Sea lo que sea lo que hagas o quieras hacer (incluso si ni siquiera te lo has planteado), la clave está en la comunidad que tengas detrás.
Y eso es lo que aprenderás aquí:
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