O del 95%.
Podría decir del 100%, pero seguro que hay alguno por ahí que no lo ha hecho.
Escucha y escucha con atención.
Cada vez que alguien me pide reformar la estrategia de una página web, o hacer una página web, siempre me dice la misma chorrada.
Bueno, en realidad me dicen un montón, pero eso no es culpa suya.
Al fin y al cabo, nadie les ha enseñado a diseñar páginas web y en el fondo te piden lo que creen que deben pedirte.
Que no tiene por qué ser lo que necesitan.
¿Te he dicho alguna vez que el cliente no suele tener la razón?
Para eso te contrata a ti, que eres el experto.
¿Te imaginas decirle a tu cirujano por dónde tiene que cortar, con qué bisturí y cómo debe realizar la intervención?
Para que luego se pueda hacer por laparoscopia y ni siquiera tengan que abrirte.
Me sigues, ¿verdad?
Pues a lo que vamos.
Cuando un cliente te pide una página web, en algún punto de las primeras conversaciones siempre dicen lo mismo.
Y quiero que nuestras redes sociales…
Venga, sigue.
Dilo si te atreves.
¿Que quieres que las redes sociales qué?
- Que aparezcan en el menú
- Que estén a pie de página
- Que sean visibles
- Que estén enlazadas
- Que haya botones de compartir
- Que…
¡Bravo!
¡BRAVOOOO!
Has conseguido que un cliente potencial llegue a tu web.
Al templo desde el cuál lo vas a convertir en acólito de lo que sea que ofrezcas.
Desde donde puedes venderle productos, servicios y hasta una batamanta.
¿Y quieres mandarlo a tus redes sociales?
O peor aún, ¿a las suyas?
Si, además de esta enorme cagada quieres saber cuál es la estrategia correcta para diseñar una página web.
Da igual que sea una web nueva o que sea la que ya tienes.
Entonces esto te interesa.
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