Estamos de reforma en casa y lo voy a aprovechar para enseñarte una de las claves más importantes del posicionamiento orgánico.
De eso que hace que tú salgas en Google cuando alguien busca lo que haces y tu competencia salga por debajo.
De algo que acabo de hacer yo contigo y ni siquiera te has dado cuenta.
A lo que voy, que me distraigo.
Te hablaba de la reforma.
De esas que suben de presupuesto cada día que pasa, porque descubren cosas que no «estaban contempladas» en el proyecto original.
Ya sabes, lo típico.
Todos los que firmamos algo de cinco mil sabemos que en realidad queríamos decir diez mil.
El caso es que estamos tirando las paredes de la escalera para abrir dos pedazo de armarios debajo y tener más luz en el piso de abajo.
Algo «sencillo», decían.
Y quizá sea sencillo hacerlo, no te digo que no, pero barato sí que puedo decirte al 100% que no es.
El caso es que la arquitecta que nos lo lleva, Cristina, ya ha venido tanto por casa que hemos cogido confianza.
Bueno, y que resulta que tenemos una amiga en común.
Ayer, mientras los herreros lanzaban fuego dentro de mi casa y mi hijo los contemplaba embobado desde una silla puesta en el recibidor…
Joder, es que puedo contarte mil historias de ayer y con todas puedo enseñarte a posicionar mejor una web.
Me excito y me distraigo.
Ayer, decía, mientras los herreros cortaban la vieja y enorme barandilla y colocaban la nueva, Cristina me dijo algo que todos los ingenieros tememos escuchar.
Mucho más si eres teleco.
—Oye, que como tú eres informático igual puedes ayudarme…
Mira, Cristina, te aprecio, pero te lo diré claramente: ni soy informático, ni sé de ordenadores.
Hace una década, cuando todavía no usaba iMacs y MacBooks, quizá.
Ahora ya te puedo decir que no.
–Es que tengo un ordenador viejo, muy, muy viejo, que va fatal, pero que tiene AutoCAD instalado y no quiero perderlo.
»¿Hay algo que pueda hacer? ¿Ampliarle la memoria o algo?
Efectivamente, no puedo ayudarte.
Yo tiraría ese tastarro, compraría uno nuevo y pagaría la licencia de AutoCAD.
Porque ese es el problema, el AutoCAD pirata de toda la vida.
Escucha.
El problema que ha habido es un problema de comunicación.
De necesidades e interpretaciones libres.
Cuando ofertes lo que sea que haces por internet…
Incluso si no ofreces nada y solo hablas de cómo criar cerdos vietnamitas…
Tienes que dejar tan claro como el agua del mar en una película de James Bond qué es lo que haces.
Y qué no.
Lo primero que tienen que ver tus usuarios, Google y cualquiera que entre a tu página web, es a qué te dedicas.
Si reformas ordenadores del Pleistoceno, el usuario que navegue por tu web tiene que saber que reformas ordenadores del Pleistoceno.
Y si no lo haces, que quede claro qué es lo que sí haces.
¿Te acuerdas de cómo hemos empezado este email?
Espera, no subas, que te lo repito aquí:
«Estamos de reforma en casa y lo voy a aprovechar para enseñarte una de las claves más importantes del posicionamiento orgánico.»
No te voy a enseñar cómo negociar un presupuesto de reformas, cómo encontrar al mejor albañil, ni cómo diseñar una escalera diáfana.
Hacer eso correctamente tiene un efecto cascada que mejora la interacción de tus usuarios, que a su vez hace que Google te mire con mejores ojos y que a su vez consigue que aparezcas más arriba en sus resultados.
Por eso cuando me siento con un cliente lo primero que definimos es cuál es su propuesta y sus objetivos.
Y no te creas que hacer eso es siempre fácil…
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