Hay algo muy presuntuoso que suelen hacer aquellos que quieren vender y que creen conocer los trucos de los más grandes.
Es lo mismo que hacemos los seres humanos de forma constante con nuestros congéneres (sea en el trabajo, en un bar o en nuestra propia casa).
Saber que lo haces (porque lo haces) es el primer paso para cambiarlo y, en el camino, perder un buen nivel de frustración.
Si hoy no tienes tiempo…
Truco para evitar frustraciones, prejuicios y encima vender más.
Estrategia y acción para que tu web sea un imán de las ventas, las suscripciones y lo que busques
Anota cuántas veces asumes algo así a lo largo del día y te darás cuenta del daño que te hace.
Hoy he recibido un email de una newsletter americana a la que estoy suscrito y el asunto era el de este email que lees.
En sus primeras líneas, decía que había recibido varias respuestas a su email anterior y, basándose en esas respuestas, asumía que yo opino igual (que todos sus suscriptores opinan igual).
«Como una docena entre miles me han dicho esto, tú piensas lo mismo».
Sabes quién NO ha dado ni una en sus asunciones, ¿verdad?
Pasa lo mismo cuando entras en una página de venta o la portada de una web o una secuencia de email y te dicen cosas como:
- Seguro que estás pensando…
- ¿Quieres esto…?
- [como leíste el de ayer] ahora sabes que…
O cualquier otra fórmula similar.
Pues no, nunca puedes dar por supuesto qué es lo que piensa, opina o sabe tu interlocutor. Porque en un alto porcentaje de las veces te vas a equivocar y el sabor de boca que le dejarás a esa persona será nefasto.
Bien, cuando lo hace un copywriter, un vendedor, es fácil saber por qué está mal.
Así que te lanzo esta pregunta:
¿Por qué asumes cuáles son los motivos que tiene la persona delante de ti para hacer lo que sea que haya hecho?
¿Por qué asumes que el camarero está enfadado contigo o es un gilipollas?
¿Por qué asumes que tus amigos te han hecho este o aquel feo aposta?
¿Por qué asumes que tu vecino no te ha saludado porque le caes mal?
En el 93% de los casos NO puedes saber cuáles son los motivos que hay detrás de lo que hace o dice una persona. Y en el 7% restante quizá te hagas una idea, pero sigues sin saber por qué lo ha hecho.
De la misma forma que un vendedor o el escritor de una newsletter como esta no puede asumir lo que tú estás pensando al leer esto. Ni siquiera puede dar por hecho que hayas llegado hasta aquí.
Cada persona va a su ritmo, tiene sus circunstancias y piensa lo que le da la gana.
Tenlo presente cuando construyas tus páginas web, tus páginas de venta o tus emails y evitarás que la gente que te lee se vaya con una sensación negativa.
Súmalo a mi estrategia de diseño web BIEN, y tendrás webs que convertirán mucho y bien:
El método para diseñar y crear una web BIEN
Aplícalo en tu vida general y verás cómo anticipas menos, presupones menos y tu relación contigo mismo y con los demás. Pero sobre todo contigo mismo.
PD.: nunca podré aprender nada de ti si no me escribes directamente; como mucho podré aprender de los datos estadísticos de la gente que compone esta lista, pero nunca de ti a título personal.
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