¿Sabes lo que es criar y cuidar a 40 caballos?
Yo tampoco, pero tengo un superpoder que comparto con mis hijos y con mi mujer y me acercan mucho a tipos como esos que tienen cincuenta hectáreas de terreno y cuidan a docenas de jamelgos.
Ese superpoder es el de la curiosidad.
La curiosidad genuina.
La que hace que, cuando estás montándote en el coche con tu mujer y tus hijos para ir al río a cazar ranas y a bañarte, te pongas a hablar con el herrador y el cuidador de la finca en la que estás.
Y aprendes cosas tan curiosas como esta:
Si hoy no tienes tiempo…
Da igual quién seas ahora, solo importa quién quieres llegar a ser.
Los caballos blancos no nacen siendo blancos. La mayoría nacen siendo negros y su pelaje va cambiando de color conforme crecen.
¿Te das cuenta de lo que eso significa?
Que tú quizá naciste con facilidad para las letras.
Pero decidiste hacer una carrera de ciencias.
Y cuando saliste de la universidad como ingeniero, te metiste a trabajar en una empresa tecnológica que ahora mismo aborreces.
Entonces, ¿qué es lo que pasa?
¿Que vas a estar 30 años amargado haciendo un trabajo que no te gusta, en unas empresas que no te gustan, porque eres un ingeniero y eso es lo que hacen los ingenieros?
¿O trabajando como enfermero porque eso es lo que has estudiado?
Spoiler: las decisiones que tomas se pueden cambiar. Incluso las profesionales.
La mujer dueña de la finca de la que te he hablado era enfermera hasta que decidió que estaba harta y con aproximadamente 40 años lo mandó todo a la mierda, se compró una finca y empezó a cuidar caballos.
Ahora, 20 años después, tiene un chiringuito montado que da miedo verlo.
Disfruta de lo que hace, de su pasión, de sus hijos, de sus nietos y de su vida.
Porque decidió que vivir era más importante que ser enfermera o cualquier etiqueta que te apetezca ponerte encima.
Yo soy ingeniero de telecomunicación, trabajé 2 años diseñando sensores hasta que decidí que no me gustaba.
Luego 5 años como consultor SAP porque…, porque no tenía ni puta idea de lo que quería hacer con mi vida.
Luego decidí ser escritor.
Luego empecé a hacer webs.
Ahora hago cosas de marketing online: asesoro empresas, posiciono negocios y diseño sus estrategias digitales.
Y mañana…
¿Quién sabe lo que haré mañana?
Lo que importa es que disfrutes hoy.
Lo que importa es que hagas cosas que te lleven a crecer, que te lleven a estar satisfecho en todos los aspectos de tu vida. O en los máximos posibles.
Así que aprovecha el verano, párate, piensa, decide y, lo más importante, HAZ.
Con internet, ahora puedes montar lo que te dé la gana en unas pocas semanas y dar un giro radical a tu vida.
No es algo que sepa o me hayan contado, es que lo he hecho media docena de veces en la última década.
Tan solo necesitas saber hacer una buena web y tomar las decisiones adecuadas.
Si quieres saber cómo lo hago yo, esta es la forma:
El cambio empieza por una decisión acertada
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