Escribo este correo después de que una señorita de atención al cliente me haya colgado el teléfono de malas formas.
De muy malas formas.
En lugar de cabrearme, voy a darte una forma de enfocar problemas que, además de minimizar tus enfados, te traerá beneficios.
Porque resulta que el hecho de que me haya colgado, de que haya tenido que hablar con ella, es un ejemplo claro de por qué España es un país perfecto para crear contenido.
A ver si ves la misma oportunidad que yo.
Como sabrás (y si no lo sabes, te lo cuento), en España hace falta dinero. El gobierno despilfarra a manos llenas, el pueblo no gana lo suficiente como para rellenar ese despilfarro, así que se inventan nuevas formas de ingresar en las grandes arcas de la maquinaria estatal.
¿Cómo?
Muy sencillo: ¿has tratado de comprar algo fuera del a Unión Europea en los últimos meses?
Te lo resumo: van a retener el paquete en aduanas y van a hacerte pagar unas tasas.
Impuestos, para que no te olvides de que existen, y una tasa fija por…, porque te lo han parado de forma ¿aleatoria?.
Hasta aquí el funcionamiento es sencillo.
Si quieres importar algo en España, te jod** y pagas extra.
Lo complicado es saber qué formularios tienes que rellenar y cómo.
Y aquí es donde entra la magia.
Si te lo paran unos, son estos formularios, si te lo paran otros, estos otros, si viene de China, rellena este, si es de EEUU, rellena este otro…
Unos llaman al número de envío de una forma, otros de otra y otros le ponen siglas aleatorias.
Todos, todos, todos, necesitan que tengas un master y siete cursos en comprensión burocrática para poder rellenarlos sin fallos.
Porque nadie te va a decir cómo tienes que rellenar ningún formulario.
Y las personas que tendrían que ayudarte están estresadas y hartas de tratar con gente que no sabe rellenar formularios o compañeros que lo hacen mal y les tiran el marrón a ellas.
Total, que cada vez que tienes que hacer una gestión pública, necesitas que alguien te ayude.
Una declaración trimestral, una notificación de Hacienda, de la Seguridad Social, de Aduanas, de…
Ese es el problema.
La solución es que alguien con ganas de ayudar cree un servicio o un repositorio en el que estén explicados todos esos trámites.
Por eso las páginas web que resuelven trámites burocráticos en países de habla hispana son tan lucrativas.
Y por eso hay gente que vive (muy bien) de crearlas.
Porque se han dado cuenta de que, donde hay una frustración, hay un problema.
Donde hay un problema, hay una necesidad.
Y donde hay una necesidad, hay dinero.
Así que, cuando te vayas a cabrear por algo, antes de perder los papeles, plantéate: ¿qué necesidad está causando mi enfado?
¿Se puede aprovechar de alguna forma para sacar beneficio?
Luego, si quieres, te cabreas.
Hubiera pagado gustosamente por librarme del tedio de resolver mis problemas con las aduanas y UPS a cualquiera que supiera hacerlo mejor que yo.
Y, como yo, muchísima gente pagaría muchísimo dinero por aprender de alguien que supiera más que ella.
De eso va este audio:
Hecho es mejor que perfecto, pero hazlo
De cómo sacar partido a todas esas cosas que ya podrías estar vendiendo y monetizando en internet.
Si quieres dejar tu comentario, apúntate:
El newsletter que leen empresarios, abogadas, amos de casa, ingenieros y fruteros por igual
Cada día un email para inspirarte, ¿a qué? A vivir mejor, ser mejor, ganar mejor