No me equivoco si te digo que este año casi todo lo que he hecho me ha llevado a perder dinero.
Primero me deshice de los clientes que me traían algún tipo de frustración.
Luego eché a todos los prospectos que tenía. Gente con la que estaba hablando para cerrar proyectos que iban desde los mil hasta los muchos miles de euros.
Y al final me deshice del resto de clientes (menos de uno, otro día te cuento por qué).
A todos les dije lo mismo: no tengo huecos hasta 2023.
Así que antes de irme a la playa, quería contarte por qué he hecho todo esto.
Escucha, que quizá no haya quedado claro.
Un cliente medio se deja entre 3 y 5 mil euros en mí.
Echar a un cliente, es dejar de ganar, 4.000€.
Echar a diez o doce… Te vas haciendo a la idea, ¿verdad?
Bien, solo para que ambos estuviéramos en la misma página.
Además de todo ese dinero que he dejado de ganar, como te decía ayer, este año me he gastado miles de euros en formación.
¿Cuántos?
No lo sé con exactitud, pero se acercan más a 10.000 que a 1.000.
Porque este año quiero aprender cosas nuevas y sé que esas cosas nuevas pueden cubrir con creces el dinero que me traían esos clientes.
Y porque creo en ti.
Por eso te escribo todos los días. Porque gracias a ti mis historias llegan a más gente y, sí, más gente se suscribe a mi newsletter.
A ESTE newsletter
–Joder, David, ¿tanto dinero te están dando ese newsletter como para que tires por la borda a todos tus clientes?
No te voy a engañar, la respuesta es que no.
Quizá en un futuro cercano lo hagan, pero estoy lejos de la cifra que tengo en mente.
¡ENTONCES POR QUÉ NARICES HAS DESTROZADO TU NEGOCIO!
Porque quiero paz en mi vida.
Quiero poder irme a la playa, como haré en cuanto termine este email, y tumbarme a descansar sin preocupaciones en la cabeza.
Porque quiero un negocio que gane dinero incluso cuando yo esté tumbado a la bartola.
–¿Un mundo en el que tus lectores te compren todos los días?
No, amigo mío, a mi lista de suscripción la tengo en mis hojas de cálculo como un sueldo extra, no como el sueldo principal.
Porque lo que te cuento cada día en esos emails no es ningún cuento de hadas.
Es la forma en la que estoy trabajando a día de hoy para suplir esos 40 ó 50 mil euros de clientes que voy a dejar de ingresar este año.
Es la forma de la que voy a pagar estos 15 días en la playa.
Y ahora, me voy a encerrar en un coche con mi familia durante las próximas 5 horas.
Tú mientras puedes apuntarte aquí y mañana recibirás un email
Si quieres dejar tu comentario, apúntate:
El newsletter que leen empresarios, abogadas, amos de casa, ingenieros y fruteros por igual
Cada día un email para inspirarte, ¿a qué? A vivir mejor, ser mejor, ganar mejor