La cosa hoy va de médicos, bizcochos y páginas web.
¿Médicos y bizcochos?
Vale, no, mejor hablemos de clientes en general y luego te hablo del médico que me escribió ayer.
¿Por qué?
Porque los clientes son como los bizcochos.
¿Has hecho alguna vez un bizcocho?
Aquí en casa se hacen de una forma especial.
Por un lado, hay que hacerlos sin gluten, porque mi mujer es celiaca.
Y por otro hay que hacerlos sin leche, que yo soy alérgico a la proteína de la leche.
¿A la lactosa?
No, a cualquier proteína de cualquier leche animal.
A mí no me valen esos apaños de añadir lactasa a la leche para anular la lactosa.
Así que ni leche, ni queso, ni mantequilla, ni…
Son ya muchos años y los bizcochos, magdalenas, galletas y demás nos salen cada vez mejor.
Pero siempre hay algún bizcocho que no sube…
O que no se hace del todo por el centro…
Escucha.
Hay clientes que por muy buenos ingredientes que tengan, no hacen caso del chef y terminan con un pudding pastoso e intragable.
Otros tienen unos ingredientes normalitos, pero un horno industrial tan de puta madre con el que lo chamuscan todo.
Y algunos tienen loos ingredientes justos, un horno de andar por casa y terminan con el bizcocho máximo.
El dios de los bizcochos.
Esto va así.
Un cliente con el mejor producto y la mejor web puede darse un sopapo tremendo.
Un cliente con una buena estrategia, una web decente y un mal servicio, también se dará un sopapo.
Pero un cliente que sea un buen profesional, dé un buen servicio, tenga una web (fea, bonita… da igual) y siga una estrategia bien diseñada, llegará hasta lo más lejos.
Ayer me escribió un médico para el que he trabajado en varias ocasiones.
La última vez fue para rehacerle el copy (los textos) de la portada y hacerla más humana, más cercana, menos como las del resto de médicos del universo.
Y me dijo lo siguiente:
«Tengo las consultas petadas. Y hay un montón de pacientes que me dicen que han venido a mí gracias a la web que me hiciste».
Cuando me dijo eso, entré a ver qué había pasado.
¿Sabes lo que ha conseguido el cambio en los textos?
Que ahora en lugar de pinchar en su web 100 pacientes cada 28 días, lo hacen 400.
Me da igual lo que vendas, me da igual si no vendes nada y lo único que te gusta es contar tus historias por internet.
¿Te imaginas lo que supondría un 400% más de gente entrando en tu web?
Ya te lo digo yo: consultas petadas, a reventar, full…
Escucha, el newsletter que te envío todas las mañanas es una lección diaria que te enseñará precisamente a hacer eso.
A escribir textos que hagan que tus lectores, tus usuarios, se conviertan en clientes.
A que se enamoren de lo que ofreces.
Y a muchas más cosas.
Si las quieres, te apuntas aquí
Si no las quieres, pues no te apuntas.
Así de sencillo.
Si quieres dejar tu comentario, apúntate:
El newsletter que leen empresarios, abogadas, amos de casa, ingenieros y fruteros por igual
Cada día un email para inspirarte, ¿a qué? A vivir mejor, ser mejor, ganar mejor