Me acaba de llegar un cubo de basura a casa que es maravilloso.
Caro, sí, pero maravilloso.
Primero, porque es un todo en uno: papel, cristal, reciclaje y orgánico todo en un solo cubo.
Segundo, porque es fácil de limpiar: desmontable, de metal…, el pack completo.
Y tercero y principal, porque se abre solo.
Tú pasas la mano por encima, él se abre durante unos segundos y, si no detecta nada en el sensor, se cierra otra vez.
Y dirás tú…
—A ver, David, ¿a mí qué coño me importa tu cubo de basura?
Pues mira, te importa, y mucho, vas a verlo.
En mi vida hay tres principios esenciales. Y digo en mi vida con plena consciencia: me refiero a que las 6 patas que componen mi vida se rigen por esos tres principios.
¿Que cuáles son las 6 patas?
Mira, si te interesa a ti o a alguien que conozcas, me escribes y te lo cuento. Cortesía de mi primer psicólogo (una eminencia a la que, por cierto, el resto de psicólogos que he tenido conocen y admiran).
A ver, haber, aber, que me voy por las ramas.
¡Ah, sí!
Mis tres principios esenciales.
1) Simplifica
Bastantes decisiones difíciles tiene un día normal, como para complicarnos todavía más.
Reduce el número de microdecisiones que tomas y reduce la complejidad de las tareas que ejecutas.
Esta misma lista de suscripción es un gran ejemplo.
Sois mil y pico personas aquí metidas. Podría segmentaros por país, por dónde os habéis suscrito, qué emails os gustan más u otro de los cientos de parámetros que tengo para medir.
También podría enviaros cadenas de emails específicas según os interese una cosa u otra, para aumentar la gente que se convierte en cliente.
Pero, ¿sabes qué? Ni siquiera controlo cuántos se dan de baja, ni cuántos entran cada día.
Me importa que la lista crece y que leéis mis correos. Punto pelota.
2) Maximiza tu tiempo
En esta vida hay dos recursos para hacer cualquier cosa: tiempo y dinero.
Normalmente tiempo o dinero.
Aprecio mi tiempo, el tiempo que paso con mis hijos, con mi mujer, mis amigos (mis LEGO), más que nada.
Si tengo que gastar dinero para tener tiempo, gasto dinero para tener tiempo.
Ahora mismo estoy pagando a uno de vosotros, a un suscriptor de esta lista, para que escriba por mí en algunas de mis webs.
Así tengo más tiempo para otras cosa (y menos dinero).
3) Si te causa estrés, cámbialo
Iba a poner si te causa estrés, mándalo a la mierda, pero no sería justo.
Hay cosas que nos causan estrés y deben causarnos estrés, y otras que no podemos cambiar.
Lo que sí podemos hacer es trabajar para reducir el impacto que tienen en nuestra vida.
Si tu trabajo te frustra y te estresa, busca la forma de cambiarlo. Busca otro trabajo o busca la forma de ganar dinero para no tener que ir a ese trabajo.
¿Y qué tiene esto que ver con un cubo de basura?
Que el cubo de basura me sirve para disminuir las tres de golpe.
¿Ahorro poco tiempo con el sensor este automático? Sí, pero si lo multiplicas por las 20 veces que tiras algo al día, empieza a ser una cantidad apreciable
¿Me evita frustración? Sí, es más fácil cambiar las bolsas, libero dos armarios de espacio y puedo descargar la encimera de esos trastos que me generan estrés.
¿Me simplifica la vida? Por supuesto, todo en un sitio, ¿recuerdas? Ya no tengo que pensar a en dónde está el cubo de…
–Vale, David, me has convencido. Quiero tu cubo de basura. Ahora dime: ¿cómo pretendes encajar esto con ese newsletter de consejos que envías a diario?
Más fácil todavía.
¿Listo?
Vamos allá.
Las webs que triunfan son las webs que resuelven uno de esos tres problemas.
Las que te ahorran tiempo y dinero.
Las que te simplifican la vida.
Las que te quitan frustración.
¿Cómo?
Como te cuento cada día en el email que envío a todos mis suscriptores a primera hora de la mañana. Para que se tomen el café entretenidos en vez de con la mirada perdida en el bote de galletas que tienen delante.
¿Dónde?
En este newsletter
¿Cómo?
Pones tu email, das al botón y estás dentro.
FIN.
Mi cubo y yo nos despedimos.
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