Está muy de moda eso de regalar algo para enganchar a la gente a tu mensaje y, supuestamente, venderles algo después.
Si eres de los que cree que ese modelo funciona, siento ser el que te lo diga, pero en realidad no lo hace.
Tampoco es ninguna novedad.
Cuando dejé mi trabajo y me monté por mi cuenta (2014, amigo, hace ya un tiempecillo), el mensaje de todos los falsos gurús del marketing era el mismo:
Construye un lead magnet de mucho valor, que sea gratis y engáñalos a todos para que se apunten a descargarlo.
Luego descubrirán que ese lead magnet no vale una mierda y que necesitan pagar por ese curso tan molón, completo y caro que te has currado y…
¡Serás rico!
Que ese modelo hace aguas por todas partes no te lo digo porque sea un ser sobrenatural que ve más allá.
Sino porque durante años fui tan idiota de ponerlo en práctica y de fijarme en otros que también lo hacían… para ver cómo no daba resultado.
Donde ahora mucha gente me paga 150, 250 ó 500 euros para aprender cosas de afiliación y páginas web…
Hace un lustro ya tenía un curso parecido 100% gratuito.
Madre mía, si es que incluso regalaba horas de consultoría…
¿Sabes cuánta gente quiso hacer ese curso gratuito durante los dos años que estuvo vivo?
Menos de los que me compran ahora cada mes.
Pero mucho menos.
¿Sabes cuántos cursos he comprado de aquellos que me regalaban algo gratis?
Ninguno.
Y para poner eso en perspectiva, ¿sabes cuánto dinero me he gastado en formación en los últimos dos años?
Exactamente 10 959,32€.
La pregunta del millón es: ¿por qué hay infoproductos que no venden un cagarro e infoproductos que venden decenas de miles de euros?
Porque unos creen y valoran en lo que transmiten.
Y otros solo lo utilizan para obtener algo de ti sin darte nada a cambio.
Tengo un newsletter en el que te cuento esto y mucho más.
Cosas tan jugosas como cuánto dinero se factura vendiendo cursos por internet.
Y cómo se consigue.
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