Lo que te voy a contar puede hacerte gracia, pero es una de las cosas más serias que leerás hoy. Posiblemente este año.
Y es algo que he leído en un bote de…, ¡j0der! Ni siquiera me acuerdo dónde lo he leído.
Sí sé que no era una comida sana (tipo gazpacho), sino en algo que es perceptiblemente insano.
Si hoy no tienes tiempo…
NUNCA suenes como un eslogan barato de comida mala, si lo haces, olvídate de triunfar.
Pincha aquí si quieres una web que no suene a eslogan barato
¿Qué páginas web crees que suenan genuinas y rompedoras?
Lo que pasa es que, como somos una raza de animales aborregados, existen disparadores que pueden hacernos pensar que una comida (o bebida) que en realidad te puede matar, suene como algo sano, saludable y apetecible.
¿Cómo?
Basta con poner una frase vacía, una frase que no diga nada, pero que suene aspiracional y grandilocuente.
Basta con que, en ese alimento hiperprocesado, de bajo aporte de nutrientes y un desmedido aporte de todo lo malo que no necesitas (más un extra de sabor para hacerlo adictivo), te pongan algo como:
» Usamos solo ingredientes seleccionados «
¡Claro que sí, guapi!
Porque como son “seleccionados” ya son buenos.
Aquí te selecciono media tonelada de azúcar, regada con siete de grasa de camión, una pizca de cicuta bien seleccionada y…
Porque tú, cuando vas a elegir rápido y no tienes ni idea de lo que estás cogiendo, ves ese ingredientes seleccionados y piensas: «oye, que si los han seleccionado, será que son los mejores».
Porque estamos tan acostumbrados a que nos engañen, a que nos cuenten la verdad a medias y a no preguntar por la otra mitad, que hasta damos las gracias por que nos dejen el mensaje tan fácil y sencillo de ejecutar.
Porque no nos planteamos que, en realidad, que hayan seleccionado los ingredientes es como decirte que el agua moja o que el fuego quema.
Si no ves por qué esta lección es tan bestia para ti, es que estás demasiado cegado por los engaños y necesitas un empujón.
No quieres que tu mensaje suene a «ingredientes seleccionados».
No quieres que te asocien con algo genérico, con algo vago, con algo poco genuino, con algo postizo, falso, adulterado…
Tú quieres que, cada vez que digas o escribas algo, el mensaje quede claro, el valor quede claro y la gente que te rodea sepa rápido por dónde vas y si les interesa.
«¿Estás hablando de trabajo?»
Amigo entrecomillado, aquí siempre hablo de trabajo y de no trabajo. Porque este mensaje te vale para hacer amigos (o deshacerlos), encontrar pareja o escribir la portada de tu página web.
Si suenas vacío y a cliché, mejor que no hagas ruido.
Así que, si quieres hacer una página web que no suene vacía, este es el método que he diseñado a lo largo de la última década:
El método para diseñar y crear una web BIEN
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