Atención, pregunta de examen:
Si tuvieras que calificar la relación que tienes con tu trabajo, esta sería:
- ADORO mi trabajo
- Meh…
- ODIO mi p*** trabajo
No tendrás que esperar una semana para conocer los resultados del examen, porque los tengo aquí mismo.
Si hoy no tienes tiempo…
Conviértete en una oveja negra y deja de lamentarte como el resto de las ovejas blancas.
Cuando lo hagas, usa esta estrategia para convertirte en un lobo o un pastor
Y lee el correo si quieres entender quiénes son las ovejas blancas y negras.
Hace un tiempo, una empresa americana realizó este mismo estudio sobre la relación amor/odio que tenían los europeos con su trabajo.
El resultado es bastante… Júzgalo tú mismo.
Lo que descubrieron fue que aproximadamente un 10% de los encuestados decían amar su trabajo. Hacen algo que les llena, que les satisface, que disfrutan y por lo que se levantan el primer lunes de septiembre con la misma sonrisa que un viernes de mayo.
Del resto, un 71%, más de dos tercios de la población de la encuesta, dijeron meh.
Vamos, que ni fu, ni fa.
Gente que va a trabajar, porque tiene que hacerlo, pasa sus ocho horas sin pena ni gloria y vuelve a su casa.
Autómatas laborales, pero de carne y hueso.
El último 19% dijo, sin pelos en la lengua, que odiaban su trabajo. Quien dice su trabajo, dice su sector, sus compañeros, su jefe, su… ALGO de su trabajo les despertaba sentimientos muy negativos.
Es decir, que 9 de cada 10 trabajadores están pasándolo a disgusto durante 5 días a la semana.
Y solo 1 de cada 10 disfruta de los 7 días, 365 días al año, por los años que sea que dure su vida.
No sé tú, pero a mí esta cifra me despierta varios pensamientos.
El primero es que ese 19% hace más ruido y pega más fuerte que el otro 80%.
El odio, las quejas, las críticas y la inacción son lo que más llena las conversaciones de trabajo en un entorno normal.
Un observador casual de esta newsletter podría pensar que ese diez por ciento tiene «suerte» y por eso disfruta, pero en realidad ese diez por ciento son los únicos valientes de la ecuación.
Porque 9 de cada 10 se conforman con la mierda que tienen y lo único que hacen es justo lo único que no va a cambiar su situación: quejarse, odiar y lamentarse.
Mi segundo pensamiento es que somos borregos.
Casi todas van en la dirección que marca el pastor, y tienen tan aprendido el camino, que el pastor ni siquiera necesita utilizar la garrota ni los perros. Refunfuñan, se lamentan, pero avanzan por donde tienen que ir.
Salvo las preciosas ovejas negras, que hacen lo que les satisface a ellas y no al pastor.
La queja, amigo lector, es la anestesia de la consciencia.
Cuando eres consciente de lo que eres, lo que tienes y lo que quieres, no te quejas, actúas.
Así que tú, ¿qué vas a hacer?
¿Quejarte o actuar?
Si quieres actuar, esta es la combinación de habilidades que te pueden garantizar un futuro como oveja negra.
Lo que ya sabes, explotado de forma inteligente (marca personal) + transmitido al mundo de una forma que atraiga, conecte y venda (newsletter).
Y esta es la estrategia que lo hace funcionar:
Crece tú, cuéntalo y gana dinero
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