¿Sabes qué es lo más curioso de escribir a miles de personas?
A ver si te sorprendo, que esta es buena (como todas, en realidad) y tiene tres lecciones bestiales.
Sobre todo la última.
Si hoy no tienes tiempo…
Los emails de penes consiguen unas cosas, los de testimonios otras, pero lo que más consigue es el hecho de que NO te compares.
Porque hay 3 tipos de comparaciones y solo una que te interese.
Después de más de 1000 emails distintos enviados (y digo mil, pero están más cerca de los dos mil) te das cuenta de algo muy curioso.
Tú, como lector de este email, eres una persona con sus inquietudes, intereses, aficiones, gustos, disgustos… Y todas esas características son distintas de las que tiene otro lector, que también son distintas de las del siguiente, que…
Se pilla la idea.
Lo gracioso viene con que, cuando coges a unos cuantos cientos de lectores independientes, el resultado que obtienes es una masa uniforme que responde más o menos a los mismos estímulos.
Te decía hace poco que los emails que hablan del odio que recibo periódicamente son los que más triunfan y que aquellos que llevan agradecimientos son los que peor. Porque si compartes las cosas buenas que dicen de ti das con las tres P del antimarketing: presumido, presuntuoso y prepontente.
A La Lista, a la gente (sobre todo de habla hispana), no le gusta que le enseñen por qué el de al lado es bueno, ni cuánto de bueno es.
Porque en lugar de inspirarse, lo que van a hacer es compararse y si el resultado de la comparación no les sale en positivo, van a sentirse atacados.
¿El resultado?
Ese email en el que te contaba las cosas tan bonitas que me había escrito María (como esta:
Escribes genial, es una pasada cada día que tengas esa capacidad de inspirar a tanta gente con tu experiencia y contar las historias como las cuentas.)
ha tenido el mayor número de bajas en la lista de los últimos 207 días.
«…»
Antes de que lo preguntes, amigo entrecomillado, sí, tengo todos los datos de los 500 emails que he enviado en esta lista y, aunque no me suelo pasar por allí, por el bien de este email he ido a echar un vistazo.
Puedo saber cuándo envié qué, cuántos cursos vendí, quién los compró, cuánta gente abrió el email, cuánta hizo click, cuánta se dio de baja…
Es algo irrelevante el 99% del tiempo, pero viene muy bien para demostrar hipótesis.
De la misma forma que sé que cuando en un email te enseño lo bueno que otros creen que soy, La Lista va a responder con bajas, sé que va a haber ventas.
También sabía que si pones un PENE en el asunto, las aperturas del email se disparan.
Y ahora sé que si en lugar de PENE pones COLA, La Lista responde de la misma forma.
Hace poco te envié un email con asunto «Con la cola fuera» y es sorprendente ver que ha tenido un 43% más de aperturas que cualquier otro email; solo superado por otro tipo de emails que ya te contaré otro día.
Así que ya sabes:
- Si quieres que la gente lea tus emails, habla de penes.
- Si quieres que la gente se dé de baja, habla de las cosas bonitas que te dicen.
Ahora bien, si lo que quieres es crecer como persona, como profesional y hacerlo de una forma sana, sin frustración, envidias ni presiones innecesarias, entonces haz una cosa tan novedosa como difícil.
Solo debes compararte con esta persona
Verás cómo mejoran las cosas.
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