Una conversación sobre ChatGPT me ha traído un recuerdo que te va a gustar.
Te reirás (o llorarás) y, si sabes leer entre líneas, aprenderás una cosa bestial.
Al final esto de las Inteligencias Artificiales va a servir para algo.
Atento, que vienen curvas.
En 2010 entré a trabajar para una consultora muy, muy grande.
De estas que canibalizan personas y devuelven trocitos de carne.
Picadoras de carne las llamo desde entonces.
El caso es que en mi primer día en la empresa me dijeron que al día siguiente me iba a Holanda a trabajar en las oficinas del cliente.
Hasta ahí todo bien, ¿no?
En realidad no, pero eso es otra historia para otro email.
Lo impactante vino cuando puse mi primer pie en el país de los tulipanes.
Allí mi jefe me explicó que me habían vendido (al cliente) como un «experto en gestión de almacenes en SAP» y que estaban cobrando un pastizal al día por mí.
1.000€ al día, nada menos, de los que yo vería menos de 50€.
Y lo único que me dijeron fue lo siguiente:
—David, tu labor allí es parecer que sabes y hacer que no se note que no tienes ni idea.
¿Y aprender algo?
Porque aprenderé algo, ¿verdad?
¿Verdad?
…
Spoiler: no, no aprendí nada.
No te voy a decir todo lo que está mal ahí, porque eres un tío muy listo.
Pero sí te diré qué es lo que más me ha hecho crecer como profesional en la última década es admitir lo que sé hacer y lo que no sé hacer.
He ganado y retenido más clientes de los que puedo recordar por decirles con total sinceridad que esto o aquello no lo había hecho nunca, pero que lo sacaríamos adelante.
O que no podía hacerlo porque escapa a mis competencias y no me interesa expandirlas.
Este newsletter, sin ir más lejos, es la viva prueba de que los errores funcionan.
¿Sabes qué suelen traer los emails en los que te cuento cosas jodidas o malas que me ha tocado vivir?
Traen aperturas, traen engangement, traen respuestas, traen hate y traen ventas.
Si no sabes algo, no digas lo contrario que la cagarás.
Pero si sabes algo, utilízalo con orgullo.
Y cuando digo «algo», es cualquier cosa.
Desde cosas muy técnicas y valuables, hasta cosas por las que te reirías ahora si te digo que dan dinero.
Eso es justo lo que transmite el mejor curso que he hecho hasta ahora.
Una forma de que mis hijos, tú y quien quiera aprovecharlo, saquen adelante sus vidas haciendo algo que les gusta y que se les da bien.
«¿Mandando un email al día?»
No, amigo entrecomillado, tener una newsletter es mucho más que enviar un email.
CÓMO CONSTRUIR UNA NEWSLETTER QUE DÉ DINERO
«¿Y enseñarás qué herramienta usar y cómo hacerlo?»
Mucho más importante que eso, amigo entrecomillado.
La herramienta es solo eso: una herramienta para facilitarte la tarea.
Lo importante de verdad es lo que haces con ella.
Por qué la usas.
Para qué.
Cómo.
Y esos son todos los trucos que te voy a contar
CÓMO CONSTRUIR UNA NEWSLETTER QUE DÉ DINERO
Y sí, si la herramienta es lo que te preocupa, también te enseñaré cuál, cómo y por qué no debería importarte lo más mínimo.
Si quieres dejar tu comentario, apúntate:
El newsletter que leen empresarios, abogadas, amos de casa, ingenieros y fruteros por igual
Cada día un email para inspirarte, ¿a qué? A vivir mejor, ser mejor, ganar mejor