Hoy no te iba a escribir ningún post.
–Pero, David, si este es un blog en el que publicas un post diario. ¿Cómo ibas a no escribirme?
Y tienes razón, pero la vida a veces te da limones y no hay forma de sacarles limonada.
Ni ganas de hacerlo.
Pero hace un rato he visto a Chris Hemsworth (y si no se escribe así, busca tú cómo se hace bien) contar una historia sobre Thor, Love and Thunder y me he dicho: «venga, David, que tú has hecho lo mismo».
Nunca me lo había planteado, pero resulta que un actor no puede mantener su nivel físico mientras está rodando la película correspondiente.
Eso significa que el cuerpazo de Thor no dura los meses que dura la preparación de la película.
Al final del rodaje, es semi-Thor, not-so-Thor o simplemente gordi-Thor.
Para evitar que eso afecte al rodaje, los actores y directores hacen dos cosas.
La primera, es rodar antes las escenas en las que más cuerpo se vea. Para presumir de six-pack mientras duran.
La segunda, es que los actores hacen un esfuerzo ímprobo por ponerse todavía más mazados antes de empezar a rodar.
Si necesitan six-pack, ellos sacan eight-pack y confían en que el ritmo de pérdida de detalle muscular no sea más rápido que el ritmo de rodaje.
Por eso las imágenes promocionales pre-rodaje muestran a un Chris mazado de forma que su brazo es casi tan grande como mi torso.
O bueno, quizá su brazo no, pero su cuádriceps seguro que es como mi torso. Y no es que yo sea un tipo estrecho de espalda.
El caso es que yo tengo que trabajar de una forma parecida a la que usa Thor.
Yo sé que durante X semanas o meses al año, no voy a poder mantener el ritmo.
Porque no va a haber ritmo que mantener. Me voy a cero, flat-line, nada, nichts, rien, niets, nothing, dore ka…
Así que, como la hormiga en la fábula esa de cuando somos críos, intento acumular trabajo que pueda luego dosificar durante esos malos periodos.
Solo que a veces, como ahora, esos malos periodos duran demasiado o vienen demasiado juntos y se comen lo que tienes acumulado.
Mira, cada uno tenemos nuestros propios demonios. Y los míos, por desgracia, llaman a la puerta todos los años. Tanto los «buenos», como los «malos». Aunque en realidad los buenos son los peores.
El caso es que esos demonios son incapacitantes y las facturas y los gastos no entienden de demonios incapacitantes. Entienden de que les tienes que pagar y punto.
Por eso tengo un trabajo como este y por eso creo webs que me dan dinero incluso cuando yo no estoy.
Para que me mantengan el tiempo que necesito para recuperarme y volver al ruedo.
Porque una página web que da dinero de forma pasiva, como una página web de afiliación, sigue dando dinero incluso cuando no la tocas.
Gracias a ellas yo sobreviviré estos días. Y a Roberto y sus recetas, por qué no decirlo.
Por eso escribo un email cada día, contando de qué forma gano dinero mientras estoy impedido, como ahora.
¿Es útil? ¿Es práctico? Es la forma en la que yo voy a pagar las facturas de este mes.
Y es la forma en la que las pagaré todos los meses malos de mi vida.
Y los buenos también, solo que esos meses gano mucho más.
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