Hoy hace 2 años que borré mis redes sociales.
Incluyendo Whatsapp y todos sus grupos del infierno.
Y te voy a contar todo lo bueno que hay ahí fuera cuando lo haces.
Para que pienses y evalúes dónde y en qué estás invirtiendo tu vida.
O para que te recrees en lo gilipollas que soy.
Tú decides.
Escucha.
Hace tiempo que decidí que una vida con menos estrés, es una vida mejor.
No porque no tengas estrés, que eso es maravilloso, sino porque cuando lo quitas, tienes más energía.
Toda esa energía que dedicas a frustrarte, estresarte y a pensar en cosas que no merecen ser pensadas, vuelve a ti.
Hace 2 años cayó una nevada épica.
Fue maravilloso.
Salvo cuando tu mujer tiene que encontrar un 4×4 adaptado para poder llegar al hospital a cubrir su guardia.
Pero quitando ese pequeñísimo detalle, la nevada fue increíble.
Me gusta la nieve.
Y ver a tus dos hijos pequeños revolcarse por ella y tirársela como si estuvieran poseídos, no tiene precio.
O sí.
Resulta que, por culpa de la nieve y los cientos de árboles caídos, su colegio cerró toda la semana.
Y hace 2 años era enero de 2021, escasos 6 meses después de que nos tuvieran secuestrados en nuestras propias casas durante meses.
Así que mi hija mayor colapsó por miedo a repetir aquello.
—Papá, yo quiero ir al cole —decía entre llantos—. No quiero volver a estar en casa…
Y yo no estaba dispuesto a vivir aquella mierda otra vez, aunque sabía que solo era temporal.
Algo hizo clic en mi cabeza.
El estrés de gestionar las emociones desbocadas de mis hijos, que se contagian y te hacen sentir algo parecido.
El de gestionar la locura del chat de padres de dos clases…
El chat de la comunidad de vecinos…
El de propietarios…
Los 7 chats de amigos en los que nadie lee a nadie, pero todos escriben a la vez…
Los «te he escrito en FB y no me has contestado»…
«¿Por qué no contestas a los DM de Instagram?»
Así que hice lo único que tenía sentido.
Borrarlo todo.
Algunos dirán que haber ganado un 50% más en 2021 será casualidad.
Otros, que haber ganado un 100% más en 2022 respecto a 2020 serán otras cosas.
Aunque eso solo lo dirán los que no quieren ver.
A los que sí quieren ver les diré algo:
¿Qué pasaría si dedicases todo el tiempo que pierdes en redes y en grupos que no te aportan nada a perseguir tus propios proyectos?
Si tu argumento es que «perderás el contacto con tus amigos», te podría decir muchas cosas.
La primera es que vaya amigos tienes, que por desaparecer de u n grupo ya no lo seguís siendo.
La segunda es que hace no tanto Whatsapp y las redes sociales no existían.
Y teníamos amigos.
No los contabas por miles, pero eran amigos de verdad.
Cuando vuelvas a tener todo ese tiempo libre, te interesará mucho lo que tengo que contarte.
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