No te vas a creer lo que descubrí ayer.
Hay un hombre en Australia que lleva 5 años enfrascado en una batalla legal contra su propio gobierno.
Una batalla legal tan absurda y surrealista, que va a ser lo mejor que leas hoy.
Al menos lo más absurdo y surrealista…
Y divertido.
El caso es que a este hombre, Jared Hyams, se le ocurrió hacer un dibujito en el cajetín de firma de unos documentos que tenía que entregar para cambiar de domicilio.
Le pareció una broma muy adecuada y, total, el año siguiente volvería a firmar y cambiaría ese dubujito.
Total, que el hombre empezó a recibir cartas y llamadas diciéndole que no podía usar esa firma, así que se dijo. «¿Por qué no?».
Así que intentó cambiar su firma por ese dibujito en TODOS sus documentos legales.
Alguno coló, pero otros, como la licencia de conducir, llegaron a los tribunales.
Allí le dijeron que su actitud rozaba el desprecio al tribunal y se le acusó de hacerles perder el tiempo.
¿Quién en su sano juicio organizaba una batalla legal para poder utilizar el dibujo de un pene como firma?
Jared Hyams.
El hombre decidió embarcarse en una batalla legal de 5 años contra las agencias gubernamentales estatales y federales para adoptar la caricatura de un pene como firma.
Pero, obviamente, se encontró con una fuerte oposición.
Así que, ¿qué hizo?
Estudiar la carrera de derecho.
Con sus 33 años, se metió a batallar contra el gobierno y, a la vez, a estudiar una carrera que le permitiera conseguir su objetivo.
A día de hoy, tiene varios carnés de identidad, conducir, seguridad social y demás con esa firma tan especial.
La corte, según creo, sigue rechazando sus peticiones de adoptar esa firma en todos los documentos oficiales, pero él seguirá intentándolo.
Si él, Jared Hyams, ha invertido 5 años de su vida en estudiar una carrera para poder dibujar un pene en su carné de identidad, ¿por qué no ibas a dedicarlos tú a hacer algo de provecho?
Coge esas ideas que te rondan la cabeza, aterrízalas en una pequeña estrategia, crea una web y empieza a hablar de ellas.
Aprenderás habilidades extremadamente útiles para tu futuro y quizá consigas algo más interesante que tener un pene en el DNI.
Algo como ganarte la vida sin tener un jefe pegado a la espalda.
Así empecé yo, con un plan todavía menos elaborado de lo que acabo de contarte, y mira hasta dónde ha llegado la broma.
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