Que me gano la vida con las palabras es algo de lo que ya te habrás dado cuenta.
Lo que seguramente no te entre en la cabeza, y que a mí me costó desaprender, es que yo suspendía lengua.
Pero no un poquito, sino un mucho.
No es que fuera mal estudiante.
Desmotivado sí, un huevo, pero después de suspender selectividad por dejadez, me entró un no sé qué de motivación furiosa e hice un pleno de nueves y dieces en la convocatoria de septiembre.
¿También en lengua?
No, en lengua no.
En lengua saqué un 3 en primera convocatoria y un 5 en segunda. Suspenso de media.
Curioso, por cierto, que sacase un 10 en historia (que básicamente era narrar los sucesos que te pedían, y ESO es escribir) y no en lengua.
A ver, por si no ha quedado claro te lo digo para que no haya dudas: yo, David Olier, vivo de lo que escribo.
Bien porque eso que escribo se empaqueta y se vende.
Bien porque miles de personas entran a ver eso que escribo.
O bien porque gente con necesidades concretas busca soluciones, me encuentra, me lee, le convenzo y me contrata.
En cualquier caso, el resumen es simple: escribo = gano dinero.
¿Cómo narices pasa alguien de que le digan que es inútil en lengua española a ganar miles de euros escribiendo?
Bien, podría decir que es porque siempre me ha gustado escribir.
Escribía cuentos e historias cuando me aburría, lo que sucedía con frecuencia. Bien en papel, si los profesores me dejaban estar sentado; bien en mi cabeza, cuando decidían que mi sitio estaba de cara a la pared o en el pasillo.
Pero eso no me hizo escribir bien.
Tampoco los comentarios de texto, la historia de la literatura o los miles de libros que habré leído en mi vida.
Fueron tres cosas las que me hicieron escribir como escribo hoy:
- Querer aprender, porque sé que tengo mucho que mejorar y siempre habrá algo nuevo que no sepa.
- Practicar
- Seguir practicando
Si hablásemos de escribir libros (novelas, relatos… ficción), te diría que hay una cuarta, que es un buen mentor que coja un texto tuyo y te lo despedace sin piedad.
Aunque hoy no he venido aquí a hablar de mis libros.
He venido a hablar de por qué alguien a quien se da por perdido en escritura, termina recibiendo halagos por la forma en la que escribe.
¿Magia? ¿Un don?
NO.
He estudiado cómo hacer estas cosas, he probado, he fracasado, he reaprendido, he seguido practicando, probando, practicando…, y probando un poco más.
Y luego he buscado la forma de ganar dinero con lo que hago.
Escucha.
Lo que cuento todos los días en mi newsletter va precisamente de aprender a hacer algo que muchos ven imposible.
Va de ganar dinero haciendo algo que te guste.
Yo te doy las herramientas para cubrir los dos primeros puntos del camino: aprender y practicar. El resto, es cuestión de seguir practicando.
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