¿Sabías que Walt Disney Company ha perdido más de 900 millones de dólares en un solo año?
Quizá sea una cifra que te baile en la mente por tener tantos ceros (ocho ceros, nada menos), así que mejor te la doy de otra forma.
Disney ha perdido más de un 32% del dinero que ha puesto en las últimas 8 películas que ha estrenado.
Es como comprar un producto a 1.000€ y venderlo a 680€.
Un mal negocio.
Y eso nos enseña una grandísima lección a los demás.
Si hoy no tienes tiempo…
Los que triunfan tienen una visión, un sueño, y saben transmitirlo.
Lo que nadie te cuenta de diseñar una web BIEN
Lectura recomendada: El principio de Peter
No sé cómo habrás crecido tú, pero en mi casa Disney era sinónimo de tiempo en familia, aventuras y emoción regadas con canciones.
Disney solo tenía una misión y la cumplía de maravilla: contar una historia de superación, llena de aventuras, villanos, buenos buenísimos y finales felices.
Un cuento llevado a la gran pantalla, ya fuera de dibujos animados o de actores de verdad.
Pero algo cambió en la cúpula de Disney.
Vieron que el mundo tartamudeaba ante unos cuantos movimientos crecientes y decidió apostarlo todo a esos movimientos.
Tiró su visión y su misión y la transformó en un vehículo de un mensaje distinto.
Un mensaje politizado, un mensaje reivindicativo, un mensaje de queja.
Y no cuajó.
No es que lo diga un servidor, es que lo dicen millones de personas. Las películas de Disney ya no son sinónimo de entretenimiento familiar.
Son sinónimo de fracaso en taquilla.
Y no solo porque Elemental haya sido la película de Disney que menos ha recaudado de la historia de la compañía en su fin de semana de estreno.
Sino porque hasta Indiana Jones se ha estampado.
¡Indiana Jones!
Que haciendo un bodrio difícil de tragar (como fue la cuarta entrega) fue capaz de facturar más de 4 veces el dinero que había costado.
Y eso nos enseña algo que deberíamos llevar tatuado en el alma.
Construye sobre una idea fuerte, sobre una misión, una visión, un sueño y transmite ese sueño.
Construye negocios, empresas…, y también proyectos personales, proyectos de vida, relaciones personales, amistades, parejas…
Cada vez que vayas a hacer algo nuevo pregúntate, ¿responde esto a la visión que tenemos del proyecto?
¿O por el contrario estamos traicionando la esencia de lo que me convierte en lo que soy?
Las personas que llegan lejos tienen un sueño y transmiten ese sueño.
Los negocios que llegan lejos tienen una visión y la transmiten.
Los que fracasan o no tienen una visión o la cambian con demasiada frecuencia.
Esa visión es lo que llamo PROPÓSITO en el curso de estrategia y diseño web BIEN.
Es lo que diferencia a los proyectos que se quedan a medias de los que triunfan.
No la página en sí, la tecnología, las animaciones, la estética…
La pregunta es, ¿cómo puedes tú transmitir ese propósito en cada parte de tu web?
La respuesta está aquÍ:
Lo que nadie te cuenta de diseñar una web BIEN
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