Te lo cuenta Diego:
Te odio.
No soy el jardinero ese del que hablas, pero no sé si habrá alguien que te haya comprado más que yo. Que si el libro de relatos de terror, el curso de ciencia ficción (sí, soy uno de los dos que lo compró), el de Scrivener, el de webs, el audio, el… joder, si tengo hasta la segunda edición de ese primer libro de relatos (está mejor, sí, pero es lo mismo!!)
Y ahora, cuando la web despega y empiezo a vender pero no tengo ni idea de cómo hacer que la newsletter que he creado dé el dinero que dices que da, vas y me sacas el curso que necesito. Joder ¿me lees la cabeza o que?
No tengo ni idea de qué vas a contar, pero yo sí sé que el curso será la polla, porque siempre lo son. Pero joder otro curso mas en el que caigo… Si no hubiera recuperado con creces lo que te he pagado ya en los otros te mandaría a la mierda, pero…
Que te odio, con «cariño», pero te odio
y garacias por tus cursos
PD ¿descuentos por antiguedad no me harás no? Jajaja, es broma
Que te odien así es motivo de orgullo.
Conectar con alguien de esa forma, a lo largo de los años y que sea capaz de sacar valor a lo que cuentas, lo que ofreces, es una sensación indescriptible.
Pero aunque me odie, ha sido el primero en darse cuenta de algo.
Y es que los cursos que hago, he hecho y haré siempre tienen una relación entre sí.
La historia misma de la evolución.
Cómo pasar de ser un trozo de carne en un sofá a encontrar una motivación detrás de otra y pasar de esclavo malpagado a escritor peorpagado y a empresario.
No son un refrito de lo que creo que funciona.
O de lo que he oído por ahí que funciona.
No.
Son la conclusión directa del desarrollo personal en su más puro estilo.
De encontrar tu ikigai, como dicen los japoneses, y trabajar por algo que te gusta.
Son la conclusión empírica de un proceso de años de trabajo perfeccionando este negocio, esta marca personal, que da más dinero cada mes.
Y no lo digo yo, lo dice mi gestor, que me llamó el jueves pasado para ver si pensaba aumentar el gasto, que tengo un desequilibrio demasiado grande entre ingresos y gastos y me van a crujir en la trimestral.
Tranquilo, Aurelio, que esta semana te van a llegar las facturas de unos gastos brutales.
Una inversión que tengo muchas ganas de contar por aquí.
(Inversión en conocimiento y negocio personal, nada de cryptobros ni casas, nada que vaya a sufrir en ninguna crisis económica)
Pero no, Diego, no hay descuentos por antigüedad.
Ni por volumen.
El descuento es por la confianza que deposita la gente como tú al comprar antes siquiera de sacar el temario del curso.
Porque tú has comprado ahora a 150€ y alguien igual que tú que compre dentro de un mes pagará 200€.
Y la idea de cualquiera de mis cursos es que la gente con ganas de mejorar su vida sea capaz de sacar mucho más que eso al terminarlos.
Que es la misma idea que llevan los emails que mando cada día en mi newsletter.
Te apuntas y tú también los recibes
Hay quien aprende, quien se ríe, quien se enfada…
Tú decides.
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