¿Sigues creyendo que la suerte existe?
¿Que hay gente que, por azar, magia o unos seres fantásticos e invisibles la vida les sonríe más que a ti?
Si hoy no tienes tiempo…
La suerte se fabrica, amigo lector, y no se fabrica con nubes y sueños, sino con acciones y constancia.
Y con este método se construye un tipo de suerte muy particular
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Ayer te conté una de las dos decisiones que tomé para encarar el bache que hemos sufrido en la agencia, en ConverSEO.
Un cambio muy tonto que terminó con el dueño de una empresa de reparación de ordenadores pidiéndome los datos de contacto de la agencia, para poder pasárselos a sus clientes.
Hoy te voy a contar la segunda.
Desde que empecé a ofrecer servicios como freelance, nunca, NUNCA, he tenido que vender nada a puerta fría.
El boca a oreja, el SEO de mis proyectos y las recomendaciones de mis clientes han servido para hacer girar la rueda desde 2017.
Tan bien han funcionado las recomendaciones, que dejé de trabajar solo y monté una empresa este mismo enero.
(Eso, en sí mismo, ya es una buena lección sobre la mal llamada suerte: conoce gente, trabaja bien, haz buenos proyectos, sé profesional y la suerte llamará a tu puerta)
Todo iba como la seda hasta que, por un trabajo demasiado bien hecho, dos clientes decidieron recortar nuestra partida para asumirlo ellos.
Hemos formado tanto a sus directores y equipos, que han aprendido bastante bien cómo para atreverse a llevar su propio posicionamiento.
Esperemos que les vaya bien.
El caso es que, al sufrir estas pérdidas, decidí retomar una de las fuentes de clientes más orgánica que hemos tenido: LinkedIn.
Con eso en mente, empecé a publicar un post allí cada dos días.
En la tercera publicación, ya estaba hablando con el director de marketing de una empresa de reproducción asistida.
¿SUERTE?
¿O trabajo y dedicación?
Porque cuando expones tu mensaje al mundo de forma constante, te empiezas a dar cuenta de que tu suerte aumenta.
La gente te conoce, sabe lo que haces y, cuando lo necesita, ¿adivinas en quién piensan?
Así que, cada vez que mires a tu alrededor, veas a alguien y pienses que tiene suerte, mira bien dentro de ti si es suerte lo que ves, o envidia lo que sientes.
Envidia de que su trabajo, sus contactos, sus relaciones, su mensaje llegue a las personas adecuadas.
Tengo un audio que sirve para disparar tu suerte.
Una suerte que me sacó de pobre hace 7 años y que hoy me proporciona más de un sueldo anual en beneficios.
Aprende el mismo método por ti mismo en menos de una hora:
Hecho es mejor que perfecto, pero hazlo
Porque algo que sí que influye en esta suerte manufacturada, es que cuanto antes empiezas a construirla, antes te llega.
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