No sé qué pasó ayer, pero tres emprendedoras me contaron una historia muy parecida.
¡Y no se conocen entre ellas!
En realidad son unas exclamaciones que no siento. Solo las he puesto para que tú exclames dentro de tu cabeza y te parezca una casualidad.
Bueno, casualidad sí es que me lo contasen las tres casi a la vez.
Pero no lo que me contaron.
Eso es algo que le pasa a casi todo el mundo que tiene un negocio o quiere tenerlo y se pone a trabajar en su página web.
Escucha con atención.
Las tres me contaron su proyecto con ilusión, sus objetivos, sus logros, sus éxitos incluso antes de que haya ninguna plataforma digital bien montada.
Toma buena nota de esto último, ¿eh? Que va a ser importante después.
El caso es que después de esas historias de lo bien que va todo, llegaron los PERO.
- Pero no sé cómo conseguir que el formulario de contacto haga…
- Pero estoy atascada con los textos de mi portada…
- Pero no he terminado de definir el branding y los colores de mi marca…
Mira, todas esas cosas parecen súper importantes cuando estás montando la imagen digital de tu negocio.
Y mi parte de SEO-copywriter casi, casi puede darle la razón a la que tenía problemas con sus textos.
Casi, solo casi.
¿Sabes por qué?
Porque lo que importa es que la web esté operativa lo antes posible y que consiga una sola cosa.
¿Qué cosa?
Eso lo sabes tú mejor que yo.
Porque solo tú sabes cuál es el propósito que cumple esa web dentro del esquema de tu negocio.
Lo demás, los colores, los textos, las funcionalidades, los formularios…, dan exactamente igual.
Todos tienen una alternativa muy sencilla que no necesita que te rompas la cabeza.
Para romperme la cabeza estoy yo, que todos los días te escribo una historia con final feliz en mi newsletter:
Historias con final feliz... o no
Algunas no terminan bien, pero todas son entretenidas y si quieres, solo si quieres, te enseñan algo.
Si quieres dejar tu comentario, apúntate:
El newsletter que leen empresarios, abogadas, amos de casa, ingenieros y fruteros por igual
Cada día un email para inspirarte, ¿a qué? A vivir mejor, ser mejor, ganar mejor